SALTA (Redacción) – La historia de las coimas y la corrupción kirchnerista siempre puede tener un capítulo más, fueron tantos años de fraude que hubo tiempo de acarrear a cuanto cómplice se cruce en el camino. Algunos siguen sosteniendo su inocencia y otros optaron por cobijarse en la ley del arrepentido. Víctor Manzanares, excontador de los Kirchner, pasó por varias etapas personales hasta que decidió contar su verdad y hacer frente a la realidad.
Manzanares se confesó en su momento y luego de analizarlo exhaustivamente ante el juez federal Claudio Bonadio por las causas de lavado de dinero pero anoche brindó una entrevista al programa de Luis Majul, La Cornisa, en la que contó con detalles nada ínfimos cómo era el modus operandi de la pandilla que lavaba dinero y robaba a la Patria.
Antes de transformarse en uno de los arrepentidos K, pensó en quitarse la vida porque no estaba dispuesto a enfrentar una condena que según él no merecía, «esa decisión tenía más que ver con llevarme los secretos a la tumba y no aceptar una condena en donde no soy culpable». Luego, bajo influencia de uno de sus hijos cambió de parecer y admitió el motivo principal. «No tengo por qué guardarme los secretos de otros cuando no tuvieron la gentileza de ayudarme o venirme a visitar aunque sea», afirmó que se sintió ninguneado y abandonado por el matrimonio Kirchner y la familia Muñoz.
El excontador contó cómo empezó a involucrarse en la posesión y traslado de los bolsos con dinero: “La plata llegaba a Río Gallegos en el Tango 01. En una ocasión, (Daniel) Muñoz -exsecretario de Néstor Kirchner– me dijo que le hiciera un favor y le guardara el dinero hasta que elija un nuevo lugar donde dejarlo. Pero después empezaron a aparecer más cosas. Y más”, sostuvo Manzanares, quien aseguró: “Empecé a darme cuenta que era como un barril sin fondo”. Esto era sólo el principio.
Al descubrir el hambre voraz del exsecretario de Néstor, le preguntó: ‘¿Para qué robar tanto si ya tenés el bronce por conducir los destinos de la patria?’ Él me respondió: ‘No, no, acá nadie robó nada. Esto es la comisión que se le cobra a la patria por hacer las cosas bien. Una comisión que se le cobraba al pueblo por hacer las cosas bien, por eliminar la deuda externa'», explicó. Es decir que además de su sueldo, Muñoz consideraba que la sociedad debía pagarle un extra por hacer bien su trabajo.
Cuando Víctor Manzanares se vio envuelto en el accionar y descubrió que se manejaban sin tapujos delante suyo quedó sorprendido pero la mayor sorpresa siguió luego, cuando fue invitado a participar más directamente en el negocio: «Me quedé medio shockeado. Una cosa es presumirlo y otra cosa es que te lo diga. Al instante me dice si quería trabajar con él (Muñoz). Le digo que me dé 24 horas para pensarlo. Era una situación shockeante. Estábamos en la calle, a las 7 u 8 de la noche.Eran unos quince bolsos con 30 millones de euros. Yo no estaba decidido. Tonto no soy. Lo que me estaba pidiendo era lavar dinero negro».
Muñoz quiso influenciar a Manzanares para que acepte diciéndole una frase simple: «Me dice que el tren o el colectivo pasan una sola vez en la vida. Me lo dice como para ayudarme a reforzar mi decisión», precisó. Entonces decidió llevar los bolsos a su casa y ponerlo en el entretecho. «Muñoz me había dicho, como promesa, que íbamos a hacer la plancha el día de mañana. Yo me imaginé tomando un trago en el Caribe», explicó durante la entrevista. Y de esa manera él ya era uno más en la empresa.
Durante la charla con Majul recordó un episodio en el que necesitó ayuda de la expresidenta Cristina Kirchner y en vez de encontrar apoyo, le dio la espalda: «Me dijo que ella era una mujer jubilada, embargada y vieja. Que me bancara mi suegro que para eso tenía plata», sostuvo. Y develó cómo en privado Cristina celebró aliviada la muerte de Daniel Muñoz: «Menos mal que se murió Daniel Muñoz». «Estábamos en su casa de la calle Mascarello y cuando salió todo el tema de los Panamá Papers, como ella sabía que yo hacía trabajos para Daniel (Muñoz), me preguntó si sabía algo. Le dije que no. Que me había enterado unos días antes por un mensaje de texto de Muñoz. Ahí es cuando ella me dice ‘menos mal que se murió’. Pienso que me lo dijo por lo que podía llegar a significar que Daniel revelara sus secretos. Yo creo que se refería más a Néstor. Porque el contacto fundamental de él (Muñoz) era con Néstor más que con Cristina».
Manzanares sostuvo que también estaba implicado Máximo Kirchner: «Había que cobrar, mantener reuniones y todo eso lo realizaba Máximo. Todas las inversiones financieras con Banco Santa Cruz las manejaba él directamente”, expresó y aseguró que para él «Cristina no era parte de estos movimientos» pero «no podía ignorarlos».