El presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, convocó esta mañana a los líderes de las veinte principales economías del mundo a suscribir “un gran Pacto de Solidaridad Global”. En medio del avance del coronavirus a nivel global, los llamó a crear “un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria” para combatir la pandemia. Esto fue hoy en una videoconferencia que el mandatario tuvo con sus pares que integran el G20.
«El tiempo de los codiciosos ha llegado a su fin»
“La urgencia que marcan las muertes, nos obliga a crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria que sirva para enfrentar, mejor equipados de insumos, el contexto que vivimos”, explicó Alberto Fernández hace unos minutos. “Enfrentamos el dilema de preservar la economía o la salud de nuestra gente. Nosotros no dudamos en proteger integralmente la vida de los nuestros”, enfatizó para llamar a tomar medidas drásticas en todo el planeta.
Como bien indica El Intransigente, Fernández también señaló: “El tiempo de los codiciosos ha llegado a su fin. Como enseña el Papa Francisco, tenemos que abrir nuestros ojos y nuestros corazones para actuar con una nueva sensibilidad”. De la misma manera, en la reunión se abordaron cuestiones vinculadas al impacto en la salud, la economía, el comercio y la cooperación internacional. Cabe recordar que el virus COVID-19 ya alcanzó los 500 mil infectados en el mundo y 22 mil fallecidos. Igualmente se recuperaron más de 100 mil personas.
¿Cómo fue la cumbre virtual del G20?
Volviendo a la cumbre multilateral virtual, hay que apuntar que acompañaron al mandatario: El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá; y Economía, Martín Guzmán. También estuvieron presentes los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello, y de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. En este contexto, el titular del Poder Ejecutivo Nacional advirtió: “No debemos paralizarnos ni temer. Mucho menos podemos resignarnos”.
Además, Fernández planteó que “no hay lugar para demagogias ni improvisaciones. Enfrentamos el falso dilema de preservar la economía o la salud de nuestra gente”. Allí, celebró que “el FMI y el Banco Mundial adviertan el ocaso del presente. Y que reconozcan lo insostenible de las deudas que soportamos los países más postergados”. En esta línea, destacó: “Debemos desafiar este presente con el mismo coraje que tuvo este G-20, cuando asumió el daño causado por los paraísos fiscales, por el endeudamiento voraz y por la concentración de la riqueza”. Esto último fue en referencia a la crisis global financiera de los años 2008 y 2009.