ARGENTINA

Broche de oro para fin de año: la Canasta Básica de Alimentos por las nubes

Para fin de año el incremento anual rondaría el 50%.

SALTA (Redacción) – La alimentación como necesidad básica es un derecho que debe estar garantizado por toda política de Estado a lo largo y ancho del planeta. Si bien en el país, el Ministerio de Desarrollo Social subraya una y otra vez la importancia de poder lograr el acceso a una buena dieta por parte de los sectores vulnerables, lo cierto es que las cifras sobre los precios alertan. ¿Cómo acceder a una dieta con los valores nutricionales y la calidad de alimentos necesarias si la pobreza y la inflación son la sombra de cada hogar? La Canasta Básica de Alimentos marca hoy una distancia entre los dichos y los hechos.

Tal y como informó El Intransigente, y según el Índice Barrial de Precios (IBP), durante los primeros ocho meses del año en el conurbano bonaerense se registró un aumento de 25,66% en el precio de la Canasta Básica de Alimentos (CBA). Mientas tanto, en septiembre, octubre y noviembre el costo creció un 14,55% trimestral. Este resultado es parte del informe realizado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi).

Los crudos detalles del relevamiento: $ 51.248 para la canasta básica

Tras realizar un relevamiento en 515 comercios del conurbano bonaerense se dictaminó que durante noviembre el precio los alimentos aumentó un promedio del 5,5% respecto al mes anterior. En cifras concretas, una familia tipo -dos adultos y dos menores- necesitaba en octubre $19.840 para acceder a la canasta básica. Esta cifra aumentó en noviembre $1091. En tanto, el valor de los productos de la Canasta Básica Total (CBT) fue de $ 51.248 contra $48.248 del mes anterior.

Según indica el documento, en los últimos tres meses la inflación de los alimentos “se aceleró significativamente”. Durante los primeros ocho meses del año el valor de la CBA subió a un promedio mensual de 3,20%, mientras que en entre septiembre, octubre y noviembre tuvo un incremento promedio del 4,85%. Además, explicaron que la situación es aún más compleja si se enfoca en las alimentos de mayor importancia para una dieta equilibrada.

“En los primeros once meses las frutas y verduras aumentaron 64,98%, las carnes 48,35%, y los productos de almacén 34,10%”, expresaron. En caso de mantenerse esta tendencia, el 2020 cerraría con un incremento cercano al 48% anual. “Lejos del objetivo del gobierno de contener la inflación de los alimentos muy por debajo de los resultados del 2019 que oscilaron entre 48,51% (Índice Barrial de Precios) y 52,8% (INDEC)”, señaló el documento.

El relato: frutas, verduras y sin alimentos ultraprocesados

La desnutrición es un flagelo en la Argentina a la vez que que la obesidad infantil es una epidemia que va en aumento en Salta, en la Argentina y en el mundo. Por ello, buscan que las familias salteñas incorporen e incrementen el consumo de frutas y verduras en sus hábitos alimenticios. Precisamente, desde la Dirección de Nutrición y Alimentación Saludable se articulan acciones de promoción junto a la Secretaría de Planeamiento Educativo del Ministerio de Educación.

Los pilares parecen ser una alimentación que incorpore frutas y verduras de producción local, evitando alimentos ultraprocesados, que son pobres en nutrientes y abundantes en grasas, azúcares y sodio. Sin embargo, la pregunta que no encuentra respuesta en el bolsillo de las familias es el ¿Cómo?

Ayuda estatal insuficiente

Por otra parte, el informe precisa que las ayudas directas que brindó el Estado durante el período de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio fueron de suma importancia para morigerar el impacto de la recesión. En sintonía con la presentación del Observatorio Social de la UCA, el ISEPCi destacó el rol del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). A su vez, destacaron la relevancia de la Tarjeta Alimentar como una posibilidad para las familias vulnerables.

“Pero a la vez es muy relevante que tanto el IFE como la Tarjeta Alimentar son herramientas valiosas pero insuficientes, porque en los mismos momentos que están vigentes, la pobreza trepa a niveles históricos y la indigencia nunca deja de subir”, explica el documento. Así las cosas, apuntan a hacerle frente a dos grandes desafíos.

El primero es que la suspensión del IFE es un «mazazo a los ingresos de los más vulnerables”. En segundo lugar, identifica el aumento incesante de los precios de los alimentos, que absorben los pequeños incrementos de los ingresos los hogares que dependen de la recuperación de las changas, servicio doméstico, y otras formas de trabajo precario e informal.

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