(Por Patricia Manrique) – Si bien nadie tiene hoy la fórmula para eliminar el coronavirus, parece que en Salta las cosas están mucho mejor de lo que se esperaba. Desde aquel momento en el que se indicaba que llegaría el rebrote de casos por los festejos del día de la madre; por las salidas a bares y confiterías, que eso no se reflejara en la cantidad de casos que se informan desde el gobierno de Gustavo Sáenz, la cosa parece estar más calmada, o por lo menos esa es la sensación entre los salteños.
Sabido es que no se debe, bajo ningún punto de vista, dejar los cuidados y acciones preventivas. También es cierto que se podrían ir permitiendo algunas de las pocas cosas que todavía permanecen estancadas o directamente realizándose en la clandestinidad. A estas alturas, nada sirve mandar a la Policía a hacer frente ante un grupo de jóvenes alcoholizados en una fiesta clandestina, luego de aquel multitudinario acto que concentró a miles de personas en la despedida a Diego Maradona. Desde el momento en el que por ser «Dios» se sumó el Presidente a esa reunión, ya los argentinos y salteños entendieron que la situación está más calmada y que las reuniones pueden desarrollarse sin que nadie tenga la autoridad para frenarlos, esté o no de acuerdo con estos pensamientos.
Ahora bien, los casos en Salta son bajos, pero esto no indica que el coronavirus se fue de la provincia e incluso no podemos desconocer que cerca de mil salteños fallecieron a causa de esta pandemia. Fue tan fuerte el golpe en la provincia que vimos aquellas postales que laceraban el alma: hospitales saturados; gente pidiendo ayuda en las redes sociales e incluso familias enteras con problemas respiratorios solicitando oxígeno y sufriendo la triste pérdida de uno o varios de sus familiares. Todo ello debe hacernos entender que podemos tener libertades, pero debemos respetar los cuidados y entender que nuestros abuelos, enfermos y nuestros caídos en «esta guerra» son el símbolo de que este virus existe y debemos tenerle respeto.
Tener cuidado y poder disfrutar de la libertad
Si bien falta que se habilite lo que falta habilitar, es importante entender que es de inocente pensar en una cena de egresados sin bailes y sin acercamientos. Esto nos lleva a preguntarnos, si se permitieron las cenas y encuentros sociales y familiares, ¿es necesario seguir prohibiendo el baile? Ya lo dijo a SALTA4400 el Dr. Luis Cataldi, «si cumplimos con el protocolo todo se puede flexibilizar«. Esto parece lo más lógico, teniendo en cuenta que la vida sigue a pesar de esta enfermedad que vino para quedarse y que claramente nos llevó a vivir de otra manera y en otros horarios.
Otros que no tienen intenciones de suspender su actividad, son los organizadores de la Serenata a Cafayate, algo que también contará con la gran cantidad de gente a la que nos tiene acostumbrado este evento folclórico. El mismo gobernador de la Provincia, que solo salía en videos enojado con los trabajadores golondrina o preocupado por la saturación en el sistema sanitario, dejó de hablarle a los salteños en sus conferencias para transmitirles lo que ocurre. Otra vez surge la pregunta de muchos ¿Habrá boliches?; ¿Habrá carpas?; ¿Habrás escuelas abiertas este verano?; ¿Podremos pasar las fiestas de fin de año con nuestros seres queridos? Todo parece ser posible y no estar tan lejano, si tenemos conciencia y respetamos los cuidados que pueden evitar los rebrotes.