El dueño de una cristalería se convirtió en el «jefe del año« porque tuvo un increíble gesto de generosidad con uno de sus empleados y el emotivo video del momento conmovió a todo el país. En las imágenes que se viralizaron en las redes sociales se puede ver el fuerte abrazo entre Eduardo Fonseca y Franco «?Fati» Nuñez. Juntos trabajan hace una década, primero en una fábrica de aberturas de aluminio y ahora en la vidriería de Fonseca. Para reconocer su labor le regaló el primer auto.
Todo este episodio conmovedor se dio en Neuquén hace pocos días pero en pocas horas recorrió los grupos de Whats App y los muros de Facebook de todo el país. Eduardo, de 37 años, tenía una sorpresa bien guardada para su empleado y amigo «Fati». Lo esperó una noche de feriado en el taller, con las luces apagadas, después invitarlo con su familia para cenar. Cuando abrió la puerta escuchó: «¡Sorpresa!”.
En ese momento le dijo que el auto marca Fiat Duna blanco que estaba ahí era suyo, un acto de generosidad que se reflejó en un abrazo con lágrimas entre los dos hombre. En el cartel que le pegó al vidrio, Eduardo le explicó el por qué de su regalo: «?Premio a la lealtad, compromiso, responsabilidad y al amor que le ponés a tu labor. ¡Felicitaciones». Según relató a los medios, Fonseca abrió la cristalería en 2013 y dos años después se reencontró con Nuñez que «andaba haciendo changas» y lo tomó como empleado.
El primer auto hecho realidad
Luego, Eduardo explicó que su amigo ahora coloca vidrios y se encarga de la atención al público del local. Sobre el presente señaló que Franco siempre quiso tener su primer auto y que él le había enseñado a manejar. Además, cuando empezó la pandemia, Nuñez le pidió que lo acompañara a ver un Renault 12 rojo para comprar. Pero ese vehículo estaba en muy mal estado por lo que el joven terminó gastando el dinero en materiales de construcción para su casa.
“Él tenía toda la fantasía de comprar el auto. Me sentí culpable, algo me pasó», admitió Fonseca. Y señaló que por eso comenzó a buscar opciones hasta que dio con el Fiat Duna. Por su parte, Nuñez describió «Sentí mucha felicidad. Es un premio. Sentía que no me lo merecía, porque era mucho». Una historia de trabajo, responsabilidad y amistad que llenó de emoción las redes sociales.
