SALTA (Redacción)- Las nuevas restricciones impuestas por el Gobierno nacional para el AMBA generó fuertes cuestionamientos. La suspensión de las clases presenciales y las estrictas restricciones para los locales gastronómicos provocaron malestar. Tal es así, que distintas asociaciones irán a la Justicia y aseguraron que no cumplirán con las restricciones, algo que molestó a Alberto Fernández.
El presidente de la Nación se enojó con los comerciantes que temen perder su fuente de ingreso ante las nuevas restricciones. “A mí la rebelión, no. En un Estado de derecho las leyes se cumplen. No estoy para tolerar la indisciplina de muchos restaurantes colmados de gente”, señaló Alberto Fernández desde la Quinta de Olivos.
“Estoy para ayudarlos en la emergencia en las que estamos viviendo, pero no estoy para tolerarlos que hagan lo que quieran, la indisciplina que he visto en muchos restaurantes colmando de gente”, agregó. “El que está en desacuerdo que vaya a la Justicia y consiga que un juez diga que lo que hice está mal”, sentenció el presidente de la Nación.
La suspensión de las clases presenciales
Alberto Fernández culpó a las clases presenciales por el aumento de contagios en el AMBA y defendió su suspensión por tiempo indeterminado. “Desde el día en que las clases han vuelto la curva de contagios ascendió precipitadamente. También lo que estamos viendo es que en el área concreta de CABA el mayor incremento de casos se da entre persona de 9 a 19 años. La curva allí es exponencial”, manifestó.
“Es francamente alarmante”, agregó el presidente de la Nación. “No es que se mueven alumnos: se mueven alumnos, docentes, no docentes. Transportistas, padres, madres. Un número muy importante de gente que representa a casi un tercio de la circulación presente”, concluyó Alberto Fernández.