SALTA (Redacción) – Mientras Cristina Kirchner pudo imponerse a Alberto Fernández designando los ministros que ella quiso, donde no tiene tan claro su panorama es en el judicial. La causa de los cuadernos, que la vincula con supuesta corrupción en la obra pública, es la única que sigue en pie y esta semana comienzan a declarar empresarios como testigos en la causa que investiga las desviaciones de fondos públicos para Lázaro Báez.
Esta semana le toca declarar a un nuevo bloque de testigos, entre ellos podemos encontrar a Enrique y Sebastián Eskenazi del Grupo Petersen; Ángelo Calcaterra, Carlos Wagner, que es el expresidente de la Cámara de la Construcción; Eduardo Eurnekian, Mauro Guatti, Juan Chediak y otros más. Estos últimos dos son los primeros que fueron convocados a declarar por la Tribunal Oral Federal 2 (TOF2).
Según la información que se pudo conocer, Juan Chediak, que es el expresidente de la Cámara de la Construcción; es el primero al que le tocará declarar en la causa que sigue preocupando a Cristina Kirchner. Este empresario es uno de los 31 imputados colaboradores en la Causa de los Cuadernos de las Coimas en el cual se investiga la cartelización de la obra pública.
Por su parte, Mauro Guatii es un exintegrante de una de las constructoras absorbidas por el holding que pertenecía a Lázaro Báez. Gotti Hermanos había dado origen a Austral Construcciones, que se había creado para cobrar los certificados de obra de la otra firma que tenía graves problemas financieros. El financista de mayor confianza de los Kirchner, Ernesto Clarens, manifestó que Néstor fue quien diseño esta ingeniería.
También tendrá que declarar el primo de Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra; a quien también le toca declarar como imputado colaborador en la Causa de los Cuadernos. Carlos Wagner, por su parte, fue el primer empresario que hablo de un sistema de coimas a empresarios por obras públicas diseñado por Julio De Vido, exministro de Planificación de los Kirchner. Eurkenian de Corporaciones América, según De Vido, fue el empresario más beneficiado junto a Báez y también es investigado por la causa de sobornos de empresarios contratistas que pagaron a exfuncionarios kirchneristas.
Por esta causa a Cristina Kirchner se la envió a juicio como jefa de una asociación ilícita que terminó defraudando al Estado montando una estructura institucional, favoreciendo a Lázaro Báez en contratos viales. Parte de estos fondos se terminaban derivando al patrimonio de la familia Kirchner, a través del alquiler de hoteles y de inmuebles.