SALTA (Redacción) – El valor del dólar se está convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza para el ala más radical del Frente de Todos. Recordemos que Cristina Kirchner en la carta que publicó criticando a Alberto Fernández había pedido una fuerte inyección de dinero, a toda costa para poder mejorar la performance electoral de noviembre. Sin embargo, el hecho concreto es que el valor del tipo de cambio le podría complicar su jugada.
En otras palabras, lo que Cristina Kirchner pidió es activar el consumo a base de emisión monetaria, pero este planteo produjo el efecto contrario al esperado por la vicepresidenta. La pelea interna de la cual fue testigo toda la población argentina y la presión para poner plata en los bolsillos complicó los objetivos del Banco Central que esperaba que la ola se calmará una vez terminadas las PASO.
Este panorama achica el margen de acción para el Banco Central. Las pocas divisas que logró acumular en la primera mitad del año empieza a achicarse rápidamente y se comienza a perder las reservas disponibles para lograr que los distintos tipos de cambios no suban abruptamente como octubre del año pasado. Lo opción que queda es cuidar las reservas, a cambio de una mayor presión cambiaria.
A esta altura del año pasado, el gobierno nacional se había llevado un gran susto cuando el dólar había llegado a los $190. Desde entonces se comenzó a aplicar políticas fiscales más austeras desde el Ministerio de Economía hasta que lograron reducirlo a $140. Actualmente, estamos viviendo algo parecido, con un fuerte suba del tipo de cambio. A lo que se suma, el problema que genera el cerrojo a las importaciones, complicando a los comerciantes la renovación de su stock.
Así es que de acá hasta fin de año, la situación que nos podría tocar es volver a vivir otra espiral cambiaria e inflacionaria al mismo tiempo. La consultora Invec, brindo detalles a sus clientes y les aclararon que «al igual que a esta altura del año pasado, se está produciendo un fuerte deterioro de las reservas del Banco Central», a lo que agregaron que es muy poco probable otra boom sojero y que el equilibrio fiscal-monetario podría poner en riesgo la estrategia económica del gobierno de cara a las elecciones.