SALTA (Redacción) – El proyecto de Ley de Envases desató un fuerte cruce entre el oficialismo y la oposición en el Congreso Nacional. Desde el Frente de Todos consideran que la normativa impulsada por el diputado Máximo Kirchner es una importante herramienta para avanzar en el cuidado del medioambiente. Pero en Juntos por el Cambio acusan que es un nuevo impuesto que impactará de lleno en el bolsillo ciudadano. Además, alertan el rechazo en el sector empresarial. Los defensores de la iniciativa enumeron los «mitos» sobre la ley.
Como bien informa El Intransigente, el diputado del oficialismo, Federico Fagioli, compartió dsde sus redes sociales varias aclaraciones sobre los cuestionamientos de la oposición. Según considero, el primer «mito» sobre la Ley de Envases es la afirmación de que se trata de un impuesto. «No. Es una tasa ambiental sin fines recaudatorios. Las tasas son instrumentos del Derecho Ambiental. Según nuestra constitución, sus objetivos son de recomposición y de prevención», argumentó.
Otro de los ejes en que se centra el rechazo al proyecto es el presunto cobro de una tasa del 3%, aunque -según el documento- este porcentaje es un techo que se le puso al porcentaje que se aplicará sobre cada envase que no se recicle. «En todos los casos, la tasa será calculada en base a las acciones necesarias para la gestión de envases. La ley se AUTO-IMPONE un techo (el del 3%) para no ser confiscatorio ni afectar el comercio de los productos», explicó el diputado.
«No podemos hacernos cargo»
«La tasa disminuye cuanto más amigable con el ambiente sea el envase. Es decir, una botella de aceite de 1lt que cuesta cerca de $113, pagaría $0.62 de tasa. Si se utilizan envases más ecológicos, la tasa se reduciría en un 70% significando un valor de $0.19», agregó Fagioli en su argumento. No obstante, de acuerdo a los planteos opositores, el cobro de este porcentaje impactará de lleno en el valor final del producto que llegará con aumento a las góndolas.
«Es falso», insistieron desde el FdT y esgrimieron que «la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) implica que son las empresas las que tienen que hacerse cargo por el daño que causan los envases que introducen en el mercado, no los consumidores». «Ese costo, actualmente, lo asumen los municipios o las cooperativas de recuperadores. No podemos seguir haciéndonos cargo de la producción y contaminación que generan las grandes empresas», aportó el descargo oficialista.
Según explicaron desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, la iniciativa busca reducir el impacto de la producción sobre el medio ambiente a través de la creación de una tasa ambiental que deberá ser abonada por los productores responsables de los envases puestos en el mercado.
