SALTA (Redacción) – La presencia del Gobierno Nacional en la toma de posesión del dictador Daniel Ortega en Nicaragua ya era polémica. Este escándalo se incremento mucho más cuando al lado del embajador argentino, Daniel Capitanich, se posó el iraní Mohsen Rezai acusado de ser uno de los responsables del atentado a la AMIA que se cobró 85 vidas.
La presencia de Mohsen Rezai pasó inadvertida por Interpol ya que el funcionario del gobierno de Irán cuenta con una orden de captura internacional al ser acusado por el atentado que ocurrió en 1994. Sin embargo, la oposición se hizo eco de las imágenes que dio a conocer la televisión estatal de la dictadura nicaragüense y puso el grito en el cielo.
Por este motivo, el Gobierno Nacional emitió un repudio a la presencia de Mohsen Rezai en Nicaragua. Sin embargo, el embajador argentino en este país centroamericano no pidió la captura del funcionario iraní pese a que tenía la potestad de hacerlo y que el propio responsable del ataque terrorista permanecía en Mangua.
El comunicado de Cancillería
El ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado luego de que la oposición pida la interpelación del canciller Santiago Cafiero. “La Argentina reitera, como lo ha hecho en agosto pasado ante la designación de Rezai como vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán, que su presencia en Managua constituye una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido el 18 de julio de 1994?, señalaron.
“Argentina exige una vez más al Gobierno de Irán la cooperación de manera plena con la Justicia, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes”, señalaron desde el comunicado emitido por la Cancillería.