SALTA (Redacción) – El acuerdo alcanzado ayer entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional generó fuertes repercusiones, algunos acompañamientos internos y de la oposición, pero también la crítica y el descontento de funcionarios del oficialismo. Claudio Lozano es el director del Banco Nación y criticó la decisión de avalar y legitimar el endeudamiento del macrismo.
La carta se titula «Un acuerdo que garantiza la impunidad» y comienza diciendo: «Lamentablemente, la decisión tomada por el gobierno nacional y que exige la ratificación del Parlamento Argentino, implica LEGITIMAR el crédito tomado por el macrismo pese al hecho objetivo de que el mismo ha violado todos los procedimientos administrativos, jurídicos y constitucionales existentes para endeudar al Estado», escribió Claudio Lozano.
Como era sabido, desde el interior del Gobierno el ala más radical iba a salir a criticar este acuerdo y Lozano fue el primero en manifestarlo públicamente. Fue contundente con su denuncia y expresó que «el gobierno nacional ha desistido de denunciar ante los Foros Políticos y judiciales a nivel mundial las múltiples irregularidades en que incurrió el FMI» y que «con todos los argumentos a favor el Gobierno desistió de promover la nulidad del crédito Macri- FMI, tanto a nivel local como internacional», expresó el presidente del Banco Nación.
El dirigente de Unidad Popular expresó además que «jamás produce buenos resultados validar la IMPUNIDAD». De esta manera se refiere Lozano sobre el crédito que le dio el FMI a Mauricio Macri. El desembolso de la entidad financiera fue el máximo en su historia en una cifra estimada de 50.000 millones de dólares, que supera por diez la cantidad habilitada a otorgar a países que comparten la misma situación que Argentina.
Entrega de la soberanía nacional y critica al ministro Guzmán
En otra parte de la carta, Lozano denuncia que «mientras esperábamos un acuerdo de facilidades extendidas a 10 años, el gobierno sorprende con un stand by recontracondicionado y controlado» en el cual se acordó una reducción del déficit fiscal, disminución de la emisión monetaria, lograr un acuerdo de precios y salarios, asegurar tasas de interés que superen a la inflación y poder acumular reservas. «Más allá de lo preciso de las metas establecidas, el acuerdo supone la CESIÓN DE SOBERANÍA expresada en la instalación de una misión permanente del FMI en el país», criticó.
«Estamos asumiendo un acuerdo que limita nuestra soberanía en el manejo de la coyuntura y que compromete la política fiscal y monetaria» y criticó al ministro de Economía porque «el acuerdo COMPROMETE un ajuste fiscal para los últimos dos años del mandato de Alberto Fernández de 8920 millones de dólares y de 4.200 millones de dólares respecto al presupuesto que el propio Guzmán presentara en el Parlamento y que no fuera aprobado».