SALTA (Redacción) – Alberto Fernández anunció hace poco más de un mes una supuesta guerra contra la inflación. A la misma la está perdiendo por paliza y el número que se espera de la variación de precios en marzo no es para nada alentador. Estallan las críticas y el malestar internamente se acrecienta, le marcan la cancha y advierten que corre serio riesgo la opción de no poder terminar su mandato.
El INDEC publicará este miércoles los datos del mes de marzo y se espera que esté al rededor del 5,5% o el 6% mensual. Este día podría ser uno de los más duros, de los tanto que tuvo desde que son Gobierno, ya que ese número sería uno de los más elevados desde el 2002. Alberto Fernández será el foco de las críticas internamente al igual que el joven Martín Guzmán, que está a cargo de la política económica nacional.
A Alberto Fernández «lo ven sin reacción y se la piden, porque la sensación es que se viene aguantando desde hace mucho y es todo cada vez peor», manifestó una fuente cercana al presidente. Frente a los duros problemas y diferencias internas, es probable que cuando se conozca el nuevo indicador inflacionario esto tienda a profundizarse y volverse más tenso el clima en el Frente de Todos. Ahora si se notará el impacto de la guerra en los precios de los alimentos y los panificados, lo que se sumará al fracaso de los controles y los famosos acuerdos.
Esperan que el presidente reaccione
En este contexto, irrita gravemente la «templanza» del presidente ante el problema inflacionario. Especialmente porque esto no sólo podría poner en riesgo sus aspiraciones reeleccionistas sino también la posibilidad de que el kirchnerismo pueda mantenerse en el poder el próximo año. Los gobernadores oficialistas ya van planificando desdoblar las elecciones y que no vaya en el mismo tiempo que Nación. Al menos así podrían aspirar mantenerse en el poder los oficialistas que gobiernan en el ámbito subnacional.
Se vienen tiempos turbulentos para el Gobierno y para Alberto Fernández. Es probable que varios se bajen del tren oficialista, busquen romper o mantenerse neutrales; alejándose así de los «errores y fracaso» de la política económica oficial. Es posible que a partir del miércoles volvamos a ser testigos de cruces feroces y de señalamiento con el dedo buscando responsables. Es un barco que se hunde, en el cual estamos todos subidos y que nos lleva puesto día a día. Mientras tanto, el costo de vida sube por el ascensor y los salarios por las escaleras.