SALTA (Redacción) – Mañana se conocerán los números oficiales de la inflación de marzo. Se especula que la misma estaría por encima del 6%. Esto vuelve a poner a Martín Guzmán en el centro de la escena y de las críticas. Pero también están aquellos que expresan sus respaldos y acompañan al proyecto. Aníbal Fernández, a cargo del Ministerio de Seguridad, dio un contundente respaldo al ministro de Economía.
«Soy hincha de Martín y lo voy a defender con uñas y dientes. Plantea una discusión de poder. Si ese plan que nos reclamaron toda la vida, hoy empieza a tener gestos muy claros y contundentes de posicionamiento, hacia dónde estamos yendo, y en qué condiciones estamos yendo», advirtió Aníbal Fernández. A lo que sentenció: «se gobierna con los que están dispuestos a acompañar, no vi nunca al peronismo no acompañando a un presidente peronista», expresó el ministro.
Para respaldar su acompañamiento a Martín Guzmán, el ministro hizo un racconto de la situación internacional. En este sentido, Fernández reconoció que a los problemas de la economía nacional, se le debe sumar la especulación financiera, la lucha por los recursos energéticos y la variabilidad de los precios a nivel global. En este marco, criticó fuertemente al ala más dura del kirchnerismo.
«Por lo pronto debería no estorbar y dejar que se siga adelante con lo que se está haciendo, con decisiones cruciales», recamó el ministro. «No estoy tan talibán como para decir que tienen que irse, no creo en estas cosas. Pueden ponerse a un costado. Con decisiones cruciales, siempre van a haber cuestiones que sortear que no son tan fáciles, pero no con expresiones que son absolutamente necesarias», agregó Fernández.
El ministro defendió al presidente
En el mismo sentido, defendió al presidente y respaldó su trabajo. Recordó que el jefe de Estado es no sólo quien tiene la última palabra sino también la lapicera. Criticó al radical K Leopoldo Moreau, que le bajo el precio al mandatario. «Eso no me gustó. La última palabra es la del Presidente, es el que ejecuta, y todo lo demás es chamuyo», concluyó el siempre polémico Aníbal Fernández pero que ahora se muestra un poco más relajado.
