SALTA (Redacción) – El caso del avión retenido en Ezeiza y sus tripulantes continúa dando de qué hablar. Es que pese a que el Gobierno Nacional intentó bajarle el tono a la polémica, la Justicia tomó fuertes determinaciones este martes. Se allanó el hotel de Canning donde están alojados los 14 venezolanos y 5 iraníes que ingresaron al país de manera irregular. También se les prohibió salir del país.
El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, ordenó un allanamiento en el hotel de Canning donde se aloja la tripulación del avión retenido. El operativo comenzó en la noche del lunes 13 de junio, y estuvo a cargo de la Policía Federal. La resquisa realizada por la Policía Federal se extendió hasta entrada a la mañana.
Los efectivos ingresaron al establecimiento con orden judicial. Secuestraron computadoras personales, celulares, pendrives y documentación de los 19 tripulantes de la aeronave retenida en el aeropuerto de Ezeiza. Mientras tanto, la fiscal Cecilia Incardona pidió el secreto de sumario, quien pidió medidas de prueba para determinar si alguno de los tripulantes del avión tiene vínculos con el terrorismo internacional.
Mientras tanto, el juez Federico Villena ordenó que la Dirección Nacional de Migraciones retenga, al menos por otras 72 horas, los pasaportes de los 5 ciudadanos iraníes que viajaban en el avión retenido. Por otro lado, tanto a los iraníes como los venezolanos no podrán salir del país por orden de la Justicia. Mientras tanto, el avión sigue retenido y sin combustible ya que tanto YPF como Shell se niegan a abastecerle.
Los vínculos con el terrorismo
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, confirmó que el nombre de uno de los tripulantes del avión retenido coincide con el de un integrante de la Guardia Revolucionaria de Irán. Se trata del capitán, Gholamreza Ghasemi Abbas, miembro de la junta directiva de la aerolínea Qeshm Fars Air, utilizada por la Guardia Revolucionaria de Irán para mover armas.
