SALTA (Redacción) – El Gobierno argentino cambió la estimación de la inflación anual para un porcentaje próximo al 60%. Es que la variación de precios de lo que sería el primer semestre está cerca del 30% y eso rompió las expectativas optimistas que tenían a principio de año. Hoy Alberto Fernández responsabilizó exclusivamente a las empresas por este problema y reconoció que aplicó multas pero que no sirvió de nada.
«Yo estoy convencido de que lo que nosotros tenemos que garantizar es terminar con estos oligopolios y monopolios. Cuando estos sistemas existen, como el caso de las 7 u 8 cerealeras que existen en Argentina. Si el Estado tuviera una cerealera que exporta, tendríamos posibilidades de intervención en favor del mercado, en favor de los argentinos. Pero eso (de estatizar empresas) no hay que hacerlo de cualquier modo«, planteó el presidente Fernández.
Continuó en esta línea abordando la problemática inflacionaria. Alberto Fernández reconoció que «nosotros en materia alimenticia tenemos que hacer algo que nos permita de algún modo intervenir para ordenar estas cosas. No se trata de la Junta Nacional de Granos, sino de buscar más herramientas. En su momento, la alternativa de estatizar Vicentin la descarté. En ese momento, dije lo descarto, porque era hacerle un favor a los acreedores, no a la Argentina», resaltó el presidente. Esto se refuta observando que Aerolíneas Argentinas es una empresa deficitaria y que en pasajes de cabotaje cobra más caro que la competencia.
El presidente apuntó contra otro sector empresarial
En esta línea, el jefe de Estado admitió que «hay un problema estructural en Argentina, que se ha desarrollado a lo largo de los años. No es una cuestión de hoy. En Argentina hay una gran empresa láctea, que concentra muchísimo el mercado lácteo y es la consecuencia de que hubo una época en que se cerraron 27.000 tambos en Argentina. El resultado es la concentración», destacó Alberto Fernández.
«Que la leche se traslade irracionalmente cientos de kilómetros desde donde se produce, hasta donde se pasteuriza y luego hasta donde se consume, es irracional”, manifestó el jefe de Estado argentino. Finalmente, reconoció indignado que «he aplicado multas a diestra y siniestra, y no pararon los aumentos. El mecanismo tiene que ser buscar el consenso«, concluyó Alberto Fernández admitiendo su fracaso.
