SATA (Redacción) – Siguen las repercusiones sobre el intento de asesinato de Cristina Kirchner y seguirá por un buen tiempo. Abel Cornejo, titular del Ministerio de Seguridad y Justicia de Salta, manifestó no sólo su repudio al ataque a la vicepresidenta sino también alarmó sobre el esquema de seguridad que la protegía. El país entero está de feriado por esta situación y se siguen replicando las manifestaciones.
En primer lugar, anoche al enterarse sobre lo ocurrido, el ministro público «mi más enérgico rechazo al atentado contra la Vicepresidenta de la Nación. Las instituciones y la civilidad tienen la oportunidad de bajar el clima de crispación y hacer prevalecer la paz y concordia social», manifestó Cornejo en su cuenta de Twitter. En la mañana de hoy criticó al cinturón de seguridad que la protegía.
Si bien, es cierto que el ministro salteño venía hablando sobre esto en los últimos, lo que ocurrió anoche fue un límite. En este contexto, Cornejo lamentó «la crispación política y la colección de agravios» que venimos viviendo en el país. Además, reconoció que «la falta de puntos de encuentro nos llevan a situaciones de esta naturaleza que son absolutamente lamentables».
Resaltó, al mismo tiempo, el llamado a un feriado «es un momento para reflexionar y buscar puntos de encuentros definitivos» en todo el país. También alertó que «con estos espirales de tensiones, descalificaciones, crispaciones, terminan pasando estas cosas lamentables», volvió a insistir Abel Cornejo. «Vuelvo a lo mismo, creo en la construcción y no en la destrucción, en el diálogo aún en el disenso», detalló.
El ministro analizó la seguridad de Cristina Kirchner
Con su formación y experiencia, el ministro hizo un estudio pormenorizado sobre el esquema de seguridad de la vicepresidenta. «El protocolo funcionó pésimo«, criticó el funcionario provincial. «Lo veníamos viendo en los días anteriores a este suceso con las peleas políticas sobre cómo iba a montarse la custodia, hay fallas esenciales, se ve una falla importante en los anillos de seguridad que debían custodiarla», sentenció Cornejo.
