SALTA (Redacción) – Pedro Castillo fue presidente de Perú hasta el viernes pasado. Ese día, el exmandatario decidió, en medio de escándalos de corrupción, cerrar el Congreso y realizar un autogolpe de Estado. Como consecuencia de ello, fue destituido y detenido por atentar contra la democracia. Ahora, el frustrado dictador peruano recibió el apoyo del Gobierno Nacional.
Junto con los gobiernos de Bolivia, Colombia y México -los tres de ideología chavista-, el Gobierno Nacional emitió un comunicado que dejó de manifiesta la errática política exterior del oficialismo. Es que evitó hacer referencia a los intentos dictatoriales del expresidente peruano y exigieron que se «respete» la voluntad popular.
En el comunicado, el Gobierno Nacional y el resto de los gobiernos firmantes se pusieron del lado del frustrado dictador de Perú. «Expresamos nuestra profunda preocupación por los recientes sucesos que resultaron en la remoción y detención de José Pedro Castillo”, señalaron en el texto que hasta fue cuestionado por organismos de Derechos Humanos.
De acuerdo a los revelado por el insólito comunicado que acompañó el Gobierno Nacional, Pedro Castillo es una “víctima de un antidemocrático hostigamiento”. Además, siguiendo la teoría del lawfare, aseguraron que el mandatario peruano es objeto de un tratamiento judicial de la misma manera violatorio”.
Tras exigir que se respete la “voluntad ciudadana”, el comunicado que acompañó el Gobierno Nacional pide la restitución del frustrado dictador peruano. “Nuestros gobiernos hacen un llamado a todos los actores involucrados en el anterior proceso para que prioricen la voluntad ciudadana que se pronunció en las urnas”, señalaron en su escándaloso apoyo a Pedro Castillo.
