SALTA (Redacción) – El Gobierno Nacional impulsó un nuevo escándalo internacional sin precedentes en la historia democrática del país. Es que el el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró “persona no grata” al embajador argentino en Quito, Gabriel Fuks, y le dio tres días para que deje el país. Esta medida fue como consecuencia de la fuga de la embajadad de María de los Ángeles Duarte, exministra ecuatoriana condenada por corrupción.
La medida implementada por Ecuador fue replicada por la Cancillería Argentina quedando al borde de la ruptura de las relaciones diplomáticas. A través de un comunicado, la entidad comandada por Santiago Cafiero, informó que se decidió expulsar al embajador ecuatoriano en Argentina, Xavier Monge Yoder.
”Lamentando la incomprensible decisión del Gobierno ecuatoriano de solicitar el retiro de Ecuador del embajador Fuks. Se ha decidido adoptar por nuestra parte la misma situación con el embajador ecuatoriano en la Argentina. El Gobierno argentino ha tomado con sorpresa y profunda tristeza la decisión del Gobierno de la República de Ecuador de escalar el desacuerdo existente con respecto a la situación de la Sra. María de los Ángeles Duarte Pesantes y llevarlo a nivel de perjuicio en la relación bilateral», señalaron desde Cancillería.
El escándalo que precipitó la ruptura
Desde 2020, Argentina decidió cobijar en su embajada en Quito a la exministra de Obras Públicas de Rafael Correa, María de los Ángeles Duarte. La exfuncionaria fue condenada a ocho años de corrupción por recibir sobornos y beneficiar a empresas ligadas al expresidente Rafael Correa, quien está condenado a 13 años de prisión y permanece prófugo.
La exfuncionaria del gobierno de Correa vivió durante casi tres años en la embajada argentina. Sin embargo, este fin de semana se fugó. El ahora exembajador argentino en Ecuador, Gabriel Fuks, se enteró el domingo de su fuga. El lunes por la mañana se le informó que María de los Ángeles Duarte se había presentado en la embajada argentina en Caracas, a donde será una protegida del dictador Nicolás Maduro.
La huida, que fue informada por Cancillería Argentina, provocó el enojo del gobierno de Ecuador. Mucho más cuando el embajador Fuks fue convocado por las autoridades ecuatorianas. Se negó tanto a entregar las cámaras de la embajada como a dar a conocer el paradero de la dirigente corrupta. Es por eso que terminaron decidiendo su expulsión y el exfuncionario del ministerio de Seguridad no podrá volver a pisar dicho país tras ser declarado «persona no grata».
