SALTA (Redacción) – Después de tres largos días de debate parlamentario, los diputados nacionales aprobaron el proyecto general de la Ley Ómnibus, mejor conocida como Ley de Bases y Punto de Partidas para la Libertad de los Argentinos. El dictamen obtuvo 144 votos a favor y 109 en contra, los representantes salteños aportaron 6 votos y 1 en contra.
Mucho se discutió y habló a lo largo de estos días, en especial se puso en duda la capacidad legislativa de La Libertad Avanza. Sin embargo, sin ayuda de la oposición dialoguista (PRO, Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal y la UCR) tal vez la Ley no salía. De todos modos, Javier Milei no tiene nada para celebrar aún ya que el proyecto no fue aprobado y la prueba más difícil estará en el Senado.
Pero antes de eso, el martes se reanudará el debate de la Ley Ómnibus. Se trata de un proyecto que inicialmente contaba con más de 600 artículos. Entre bambalinas se terminó acordando un proyecto legislativo con 382 artículos y anexos. Los mismo deberán pasar el filtro una vez más en el Congreso y aprobarse artículo por artículo
La cuestión es que hay puntos centrales en los cuales las diferencias son más que claras. Entre ellas se destacan los puntos referidos a las privatizaciones o la delegación de facultades, lo cual podría cambiar completamente el escenario. Es decir, lo que hoy parece una victoria podría convertirse en una derrota o un empate.
¿Cómo sigue el proceso legislativo?
Se debe tener en cuenta que el artículo 79 de la Constitución Nacional define claramente como se procede en esta instancia. «Cada cámara, luego de aprobar un proyecto de ley en general, puede delegar en sus comisiones la aprobación en particular del proyecto, con el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros. La cámara podrá, con igual número de votos, dejar sin efecto la delegación y retomar el trámite ordinario. La aprobación en comisión requerirá el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros. Una vez aprobado el proyecto en comisión, se seguirá el trámite ordinario».
Por lo tanto, una vez que se aprueben los artículos particulares de la ley, el proyecto obtiene media sanción y pasa al Senado. La Cámara Alta se convierte en revisora y tiene la posibilidad de modificar las normativas. Si se consiguen los votos y se logra hacer cambios en la normativa, la misma volverá a Diputados que tendrá que tratarlo con esos arreglos. Si lo aprueban pasarán al Senado y si le da el visto bueno, el proyecto se convierte efectivamente en ley.