Roman Polanski ganó el premio César al mejor director por su labor en «J’acusse». Sin embargo, su festejo se vio totalmente opacado por la protesta de Adele Haenel. La actriz fue la primera intérprete de renombre que acusó de acoso sexual al cineasta. Al momento de la premiación a Polanski, ella abandonó la sala Pleye de París entre insultos.
«¡Es una vergüenza!», expresó la estrella de cine mientras otros asistentes seguían su camino hacia la salida. En una entrevista reciente, Haenel había declarado en una entrevista reciente con el New York Times que «distinguir a Polanski es escupir en la cara de todas las víctimas. Equivale a decir: ‘No es tan grave violar mujeres'».
Por su parte, Roman Polanski decidió no asistir a la ceremonia a pesar de saber que iba a ser distinguido en la misma. El director de «El Pianista» ostentaba una lluvia de nominaciones por su última película. Esta decisión de la gala provocó que un centenar de manifestantes se agolpara en las puertas del teatro para protestar por el reconocimiento al director acusado de violación.
A través de un comunicado, el prestigioso cineasta de 86 años había anunciado que no asistiría a la ceremonia. «Lamento haber tomado esta decisión, la de no afrontar un tribunal de opinión autoproclamado», aseguró el realizador. La decisión de Polanksi fue acompañada por el ganador del Oscar Jean Dujardin, protagonista de «J’accuse».
Las acusaciones a Roman Polanski
El famoso director no puede pisar los Estados Unidos, ya que es un prófugo de la justicia por ser acusado de haber violado a una menor en 1977. Además, varias mujeres han acusado que Roman Polanski, aprovechándose de su posición de poder en la industria cinematográfica, ha abusado sexualmente de ellas. Este año, los premios César no contaron con un premio de honor debido a las fuertes acusaciones contra el realizador.