Netflix vuelve a apostar a las series dramáticas y para ello contará con un actor que ha sobresalido por encima del resto en los últimos años: Bill Skarsgård. El actor que se puso en la piel del payaso diabólico Pennywise en «It» será Clark Olofsson en el próximo programa criminal del gigante del streaming, titulado «Clark«. Según Variety, el show durará seis epidodios y estará basado en la autobiografía «Vafan var det som hände». El mismo registrará los primeros años de Clark hasta la actualidad.
Denominado «gángster de las celebridades», Olofsson comenzó su carrera criminal en el decenio de 1960 y se convirtió en una de las personalidades más controvertidas de la historia sueca contemporánea. Con el paso de los años, Clark dio origen al concepto del Síndrome de Estocolmo, logró escapar de las cárceles y cometió robos en toda Europa. En cuanto a la dirección de la producción, la misma estará a cargo de Jonas Åkerlund y se lanzará exclusivamente en Netflix.
«Clark» es la historia del hombre más políticamente incorrecto, que vivió la vida más políticamente incorrecta. Es una biografía ultra-violenta, ingeniosa, emocional, real y surrealista para ponerle cara al nombre de Síndrome de Estocolmo. Pero no se trata sólo del robo de Norrmalmstorg», dijo Åkerlund. El cineasta dijo que Skarsgård era «la pareja perfecta para esto» y «traerá el Síndrome de Estocolmo al papel».
La palabra del protagonista
Bill Skarsgård, por su parte, describió a Olofsson como «uno de los individuos más coloridos y fascinantes de Suecia» y dijo que aceptó «este desafío con deleite mezclado con terror». «La vida y la historia de Clark es tan increíble y jodida que incluso haría sonrojar a Scorsese», dijo el actor. Él también protagonizará la película de Netflix «The Devil All The Time» y el éxito de Sundance «Nine Days» para Sony Pictures Classics.
Tal como se mencionó, los eventos protagonizados por Olofsson dieron paso a lo que después se llamaría Síndrome de Estocolmo. El 23 de agosto de 1973, Olofsson y Jan Olsson tomaron de rehenes a cuatro empleados del Banco de Crédito de Estocolmo. Ellos desarrollaron una relación de complicidad y crearon un vínculo afectivo con sus captores. Por lo que los protegieron para evitar que fueran atacados por la Policía de Estocolmo.