El fútbol argentino está de luto. Amadeo Carrizo, quien fuera una leyenda custodiando los tres palos de River Plate murió a las 4.40 de la madrugada en la Clínica Zabala de Buenos Aires, así lo afirmaron sus familiares. El portero es uno de los guardametas más emblemáticos de la historia del deporte y su récord de valla invicta recién fue superado por Franco Armani en los últimos años.
Nacido en Rufino, Santa Fé el 12 de junio de 1926, debutó en la Primera del club millonario con tan sólo 18 años en 1945. Se ganó la titularidad tres años más tarde y vivió una seguidilla de siete títulos consecutivos con la famosa «Máquina» de River hasta 1957. En 1968, el arquero emigró al club Millonarios de Bogotá.
Fue el primer arquero del fútbol argentino en usar guantes y convertirse en modelo publicitario. Amadeo Carrizo es reconocido por revolucionar la posición del arquero, ya que fue el primero en su puesto en salir jugando desde afuera del área. Su gran técnica con los pies le permitía gambetear la presión de los rivales y entregar la pelota limpia a sus defensores para agilizar el juego.
Amadeo atajó en la Selección Nacional durante el Mundial de 1958 en Suecia. La participación de Argentina en ese campeonato fue un fracaso, ya que el equipo dirigido por Guillermo Stábile quedó eliminado en primera ronda tras recibir una goleada en contra 6 a 1 contra Checoslovaquia. Fue el peor momento de la carrera del arquero, ya que al regresar al país, el conjunto nacional fue recibido a monedazos y a él le quemaron su auto.
Sin embargo, el portero tuvo su redención en la Copa de las Naciones en 1964. Un cuadrangular que reunió a Inglaterra, Portugal, Brasil y Argentina en el que el equipo nacional terminaría consagrándose campeón con la valla invicta. Durante los últimos años, Carrizo fue distinguido en varias oportunidades por el Club Atlético River Plate.