Cecilia Roth es una de las actrices más destacadas de la Argentina. Reconocida a nivel mundial, supo ser parte de grandes éxitos tanto en nuestro país como en España. Al igual que todos los ciudadanos de gran parte del mundo, la mencionada está siendo atravesada por la extensa cuarentena de nuestro país. Pero su protagonismo de manera reciente no se debe a alguna obra suya, sino a la foto que protagonizó en la tapa de la Revista Gente.
Muchos remarcaron que las fotografías que pusieron de la histórica y afamada actriz no condicen con la imagen que ella muestra en las redes sociales. La propia Roth salió a declarar su oposición a lo que se vio en la revista en lo que fueron declaraciones que brindó a «El espectador», programa radial de la CNN Argentina que conduce Ángel de Brito. “Las fotos están muy retocadas y no me gustan. Las fotos son maravillosas, pero las retocaron porque es una característica de los medios y no me gusta que pase eso», aseguró.
Después, Cecilia Roth dejó bien en claro lo que tenía ganas de ver en dicha tapa. «Yo quiero ser como soy a la edad que tengo y con el tiempo que he vivido. Lamentablemente las retocaron mucho”, lanzó. Si bien dicen que la propia artista avaló esta decisión de edición en exceso, la mencionada posteó una foto suya al natural en Instagram con un claro mensaje: «Así? soy, así? estoy hoy. En casa, en pijama, con mi gato… Quien quiera oír, que oiga».
La defensa a Cecilia Roth en las redes sociales
Una cuenta de Instagram llamada «Mujeres que no fueron tapa» reposteó la tapa de Gente y arremetió contra el medio por lo que hicieron con Cecilia. “Su imagen parece un dibujo, una foto de juventud con exceso de luz, cualquier cosa menos Cecilia Roth hoy. ¿Por que? aparece con una apariencia infinitamente ma?s jo?ven que la suya? ¿Que? nos dicen los medios y las celebridades, cuando se niegan a mostrar a las mujeres como son?”, lanzaron filosamente.
Por último, dicho portal fue contundente con lo que notaron sobre la foto de Cecilia Roth. “La juventud es uno de los elementos más crueles del mandato de belleza, al lado de la blanquitud. Es cruel, además de racista y clasista, o también por eso, porque no podemos incidir sobre ese hecho. No podemos ser más blancas de lo que somos ni detener el tiempo. Es cruel porque aunque no sea posible, seremos inducidas permanentemente a hacerlo, porque se nos educa en la idea de que para acceder a la felicidad, ser amadas, elegidas y deseadas, debemos ser jóvenes y bellas”, selló.