Lío Pecoraro continúa su tratamiento luego de haber sido diagnosticado con leucemia en octubre del año pasado. Desde entonces se mantiene alejado de los medios, pero siempre se hace un tiempo para enviar mensajes desde su cuenta de Instagram. En este sentido, aprovechó para enviar un saludo al programa nocturno «Vino para vos» conducido por Tomás Dente por el canal KZO donde estaba invitada Maju Lozano.
Lío y Maju son compañeros en el programa «Todas las tardes«. Pero más allá de eso son muy amigos. En este sentido, Lozano fue una de las que más sufrió el tratamiento de Pecoraro. Es por esto que cuando Dente anunció el saludo, la actriz no pudo contener las lágrimas de emoción. «Quería estar presente en este programa donde vas a tener de invitada a mi amiga, compañera de trabajo y codo a codo, María Eugenia Lozano», comenzó diciendo el mensaje.
Por medio de un video sorpresa, el comunicador expresó: «Una mujer que es tal cual como ustedes la ven delante y detrás de cámara, una mujer ciento por ciento natural, honesta, buena mina, que está para el que lo necesite en la circunstancia que sea. Una mujer realmente excepcional de un corazón enorme como pocas hay en este ambiente de la televisión argentina y el medio artístico. Pronto estaremos todos juntos».
Totalmente conmocionada por el mensaje, Maju trató igualmente de mantener la sonrisa. Luego escucharlo, afirmó: «Mi pelado. Hicimos varias promesas, pero una de las que hicimos es que cuando él pueda salir, nos vamos a ir a comer un sándwich de salame y queso. Entonces, ayer le digo ‘estás tardando mucho y el sándwich es cada vez más grande, ya no nos va a entrar en la mesa’».
Pero la conductora de El Nueve tampoco escatimó halagos hacia su compañero: «Casi que lo que más valoro de la gente es su capacidad de trabajo, la gente trabajadora ya tiene un lugar en mi corazón. Es un buen tipo y se va a poner bien». Sobre su enfermedad, confesó: «Su diagnóstico fue un golpazo… tanto que yo no le creía cuando me llamó para contarme. El día que supe el diagnóstico fue tremendo, me bajo la presión. No sabíamos cómo encararlo».
