SALTA (Redacción) – Un submarino sufrió un incendio y causó la muerte de 14 personas en Rusia. La tragedia marítima rememoró un multitudinario accidente ocurrido en el país soviético hace casi veinte años, donde los ciudadanos locales tuvieron que lamentarse la vida de más de un centenar de personas.
Según la versión oficial, el hecho sucedió en las aguas territoriales rusas. Allí, un submarino estaba en plena realización de un estudio referido al medioambiente marino y el fondo del océano. Posteriormente, durante la “operación de recolección de datos” en el lecho marino, se produjo el fuego en cuestión.
Si bien el Ministerio de Defensa soviético asegura que el incendio había sido controlado en primera instancia, las personas a bordo perdieron la vida como consecuencia de la intoxicación de las llamas. Las muertes fueron confirmadas una vez que el submarino regresó a su puerto de atraque en la ciudad de Everomorsk, de la región de Murmansk correspondiente al Ártico.
En relación con la nave que formó parte del incidente, los medios rusos RBK y Novaya Gazeta hicieron de público conocimiento el nombre “AS-12”, con el cual se la identifica. Además, señalaron que tiene como apodo “Losharik”, en referencia a un personaje de dibujos animados muy simbólico para los locales.
Sobre el trágico accidente, el presidente de Rusia, Vladimir Putin brindó un breve comunicado a la población soviética. “No es una nave común, como lo sabemos se trata de una nave de investigación científica con una tripulación muy profesional. Todavía es necesaria la investigación correspondiente para conocer las razones de esta tragedia”, manifestó.
El recuerdo de una tragedia
El reciente hecho en las aguas rusas trajo a la población un terrible suceso que tuvo lugar en el año 2000, cuando el submarino “Kursk” se cobró la vida de 118 tripulantes. En aquella oportunidad, la administración del mandatario nacional, Putin había recibido fuertes críticas de la sociedad local.
“Kursk” era el nombre con el que se conocía a un submarino a propulsión nuclear, que trágicamente sufrió la explosión de uno de sus torpedos y produjo la destrucción del depósito donde permanecían las municiones. Aquel 12 de agosto del 2000, en el inicio de la gestión del presidente ruso, la nave marítima terminó a 110 metros de profundidad.
