SALTA (Redacción) – Durante los últimos años, el Sumo Pontífice ha sido considerado como un “papa comunista”, aunque este calificativo no le molesta en lo más mínimo. Sin embargo, los sectores más conservadores -principalmente en Estados Unidos– han expresado su rechazo a la presencia de Francisco al frente del Vaticano. Por tal motivo, hace algunos días, las críticas que recibió el líder religioso, han sido consideradas por él como un “honor“. Y luego de su viaje por África, también contó sobre lo qué piensa de este enfado en el seno de la Iglesia católica.
En este contexto dificultoso que le toca atravesar al Sumo Pontífice, no evitó referirse al tema. “Rezo para que no haya cisma, pero no tengo miedo”, declaró el papa Francisco ante los diferentes medios de prensa. Lo hizo en el avión de regreso a Roma, tras visitar Mozambique, Madagascar y la isla Mauricio. De la misma manera, Bergoglio ha expresado que continuará con su forma de ser y de posicionarse respecto a problemáticas sociales como la pobreza, política, cambio climático, entre otros.
Francisco y las críticas
“Las críticas no vienen sólo de los estadounidenses, de otras partes y también en la Curia (gobierno del Vaticano)”, reconoció el líder religioso. Al mismo tiempo que rememoró en sus palabras a uno de los papas más llamativos y populares en la historia católica. “Las cosas sociales que digo, son las mismas que dijo Juan Pablo II. Las mismas cosas! ¡Las copio!”, comentó. Vale la pena mencionar que sectores conservadores de la iglesia en Estados Unidos han sido los primeros en expresar su malestar hacia las actitudes de Francisco.
Además, los obispos -en su mayoría- consideran que el papa sudamericano no habla lo suficiente sobre aspectos que interceden a la doctrina tradicional, como la familia o la moral sexual. Por el contrario, sienten que se expresa demasiado acerca de las desigualdades sociales, los migrantes o los sectores más encarecidos. Tal es el caso, que en el flamante discurso que tuvo lugar en el desarrollo de su viaje por Madagascar, Francisco se manifestó en contra de la “cultura del privilegio“.
Algunos sectores de la iglesia pidieron su renuncia
En este sentido, el papa Francisco subrayó: “No tengo miedo de cismas. Rezo para que no haya ninguno, porque está en juego la salud espiritual de mucha gente”. El clima que se vive es tan álgido que algunos sectores de la iglesia incluso han llegado a pedir por la renuncia del Sumo Pontífice, bajo el argumento de que siembra “confusión” entre los feligreses. Ante aquellos que lo señalan como un “papa comunista”, el líder del Vaticano dijo que lo que hacen es “entrar la ideología en la doctrina”.
Bajo la misma línea, Bergoglio aseguró: “Y cuando la doctrina está llena de ideología, existe la posibilidad de un cisma”. A pesar de la presente situación, que podría terminar en una división dentro de la Iglesia católica, el papa Francisco se mostró dispuesto a responder cada una de las críticas “constructivas” que se le realiza. Él prefiere que sea así, a que se hagan “bajo la mesa” o a sus espaldas. Además, tampoco le gustan aquellos que “te sonríen y luego te apuñalan por la espalda”.
Finalmente, el importante líder religioso aseguró: “Ideas fijas como cambiar de papa, cambiar de estilo, crear un cisma“, no pretenden “el bien para la Iglesia”. Y a modo de cierre, Francisco declaró que la búsqueda por crear división es exclusiva de “pequeños grupos cerrados que no quieren escuchar la respuesta a la crítica”. Tras sus dichos, el papa arribó este martes a Roma luego de un viaje como jefe de la Iglesia por África, donde habló de varios temas, entre ellos la corrupción.
