SALTA (Redacción) – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, criticó duramente a su par colombiano, Iván Duque, y negó las acusaciones que en varias ocasiones realizó el Jefe de Estado de Colombia respecto de que el venezolano tiene vínculos con las guerrillas de su país. Además, el chavista acusó que Duque «odia a Venezuela de una manera que nunca había existido antes» y agregó que con estas denuncias «busca ocultar sus serios problemas» porque su administración es «un Estado fallido«.
Según el mandatario venezolano, el Presidente de Colombia, Iván Duque, «pretende tapar la crisis colombiana con Venezuela o con la guerra», y lo acusa de esbozar la teoría de que él apoya a las guerrillas, entre el Ejercito de Liberación Nacional y a los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionaraias de Colombia (FARC), porque en realidad desea realizar una agresión militar contra su país. Estas respuestas de Maduro fueron realizadas a través de la televisión, donde además acusó que el presidente colombiano «odia a Venezuela de una manera que nunca había existido antes».
En su discurso brindado ayer desde el Palacio de Miraflores, Maduro sostuvo que la administración de Duque está determinada a «lanzarse a una escalada que termine con una guerra entre dos países hermanos«. En ese sentido, el mandatario venezolano sostuvo que esa opción es la que también desean los grupos guerrilleros. Cabe mencionar que la relación diplomática entre ambos presidentes latinoamericanos está quebrada hace un tiempo, incluso el colombiano reconoce al político opositor Juan Guaidó como presidente «encargado».
Retorno de la luchas armadas
Anteriormente, luego de conocerse la noticia sobre el retorno del conflicto armado por miembros de las FARC, Duque había señalado como principal involucrado a «la dictadura de Nicolás Maduro«. En ese momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela emitió un comunicado en el calificaba como «insólita» la acusación del mandatario colombiano. «Son públicas y notorias las arbitrarias decisiones tomadas por el presidente Duque que derivaron en inconcebibles maniobras institucionales», señalaba el documento publicado hace unos días por el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
A pesar de que ambos gobiernos se acusan mutuamente por lo que parece ser el resurgimiento de una nueva guerrilla, el comunicado venezolano señalaba que «exhorta a los actores que protagonizaron los acuerdos de paz a agotar todos los esfuerzos por evitar más sufrimiento de la población civil». Además, otro de los que lamentó la noticia, fue el expresidente uruguayo, José “Pepe” Mujica, uno de los partícipes en lograr la paz en 2016. Es «un nuevo fracaso para la historia de Colombia«, dijo quien también fue guerrillero en la década de los 60.
El presidente de Colombia también había cuestionado en los últimas días los ejercicios militares que soldados venezolanos realizaron en la frontera con su país, sumado al despliegue de misiles prometido por Maduro. En este sentido, el Jefe de Estado colombiano criticó: «Mejor que invierta en comida para su pueblo». Además, había asegurado que no caería en «ninguna provocación».
Contexto político en Venezuela
Por último, la situación política en Venezuela continúa con grandes conflictos, en el último episodio, el político opositor Guaidó brindó una entrevista y declaró: «Tenemos pruebas suficientes para enjuiciar a Maduro por corrupto, por ladrón. Odebrecht es un niño de pecho al lado de lo que significa Pdvsa, Maduro, todo el régimen y lo que ellos llamaron socialismo del siglo XXI». Luego, expresó su esperanza de lograr completar su propósito: el «cese de la usurpación». Y agregó: «Enfermarse en cualquier parte del mundo, es un drama, hoy enfermarse en Venezuela es una sentencia de muerte».
Por otra parte, Guiado proclamó: «Haber unificado a todas las fuerzas que hacen oposición a una dictadura hoy, si hay algo que aglutina a todo ese mundo multipolar, es una causa justa, es la libertad de la democracia en Venezuela, reimpulsada por la articulación de los venezolanos». Desde comienzos del año, el político opositor y de ultraderecha comenzó a hacerse fuerte dentro de una resquebrajada alternativa política y logró ser proclamado en el rol de “presidente encargado” el 23 de enero.