SALTA (Redacción) – El presidente de Chile, Sebastián Piñera, realizó una fuerte declaración anoche para describir el panorama de violencia y conmoción que se vivió en los últimos días en su país. «Estamos en guerra«, expresó el mandatario en medio de la segunda jornada en la que rigió el toque de queda en algunas zonas chilenas. Miles de personas de igual forma salieron a la calle para desafiar a las fuerzas de seguridad.
«Su único propósito es producir el mayor daño posible»
«Tenemos un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie», manifestó anoche el mandatario Piñera sobre los manifestantes que salen a las calles. «Ellos están dispuestos a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, no les importa quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, y su único propósito es producir el mayor daño posible», describió luego en conferencia de prensa desde el Palacio de la Moneda.
En tanto, en su discurso el Jefe de Estado chileno diferenció a los manifestantes de aquellos grupos que actuaron con violencia y provocaron disturbios. «Nuestros compatriotas tienen derecho a protestar y tenemos muchas inquietudes y necesidades en común», comenzó Piñera. Sin embargo, luego expresó: «Los vándalos son verdaderos criminales y no vamos a permitir que se adueñen de nuestra nación».
«Logremos por fin ganar esta batalla»
En otro tramo, el líder de derecha se mostró más conciliador y llamó los ciudadanos a terminar con la protesta y la violencia. «Le solicito a todos mis compatriotas que nos mantengamos unidos en esta batalla que no podemos perder, que nos ayudemos a comenzar un día lo más normal posible y logremos por fin ganar esta batalla», indicó Piñera respecto a la compleja situación que atraviesa Chile hace tres días.
Por último, cabe recordar que la crisis social ya se ha convertido en la más violenta desde el retorno de la democracia al país trasandino. En estas jornadas tres personas han fallecido y más de 700 fueron detenidos. El gobierno dispuso que 10 mil militares estén patrullando las calles e impidiendo actos violentos, además de dictar el «estado de emergencia». Si bien todo comenzó por un aumento del transporte, los manifestantes protestan por la desigual económica que sacude a gran parte de la población.
