SALTA (Redacción) – El conflicto social en Bolivia inició cuando el pasado 20 de octubre se celebraron las elecciones presidenciales y existieron sospechas sobre la transparencia en el recuento de votos. Tras casi dos semanas, las manifestaciones en contra del mandatario nacional Evo Morales ya suman al menos dos personas muertas, 191 detenidas y 60 policías heridos.
En medio de la compleja situación que vive el país gobernado por Morales, el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), el coronel Julio Cordero, informó este viernes el balance que produjeron los enfrentamientos entre simpatizantes y detractores de Morales y con las fuerzas de seguridad, que ya llevan casi varios días y sigue en un clima de tensión.
Precisamente, el funcionario reveló: «Hubo 191 arrestados los cuales fueron conducidos a diferentes unidades de la FELCC en los diferentes departamentos. Hay algunos que fueron cautelados, por lo que están en detención preventiva». De igual manera aclaró que los detenidos en este marco de protestas, están acusados de «hechos vandálicos, daños a la propiedad pública y privada, y lesiones«.
Además, cabe remarcar que dos personas fallecieron el miércoles por la noche en Santa Cruz durante los enfrentamientos entre oficialistas y opositores. Esta crisis social encuentra su principio cuando el día de las elecciones se cortó la transmisión de los resultados, donde hasta el momento se preveía una segunda vuelta electoral. Luego de varias horas reanudaron la transmisión y Morales ganaba ampliamente.
De esta manera, el candidato opositor Carlos Mesa se manifestó en contra de estos resultados y los calificó de un “fraude gigantesco”. A pesar de que este no dejó de reclamar, primero pidió que se realice una segunda vuelta de estas elecciones, pero ahora directamente quiere que se anulen y la población boliviana vuelva a votar. Mientras tanto, en las calles continúan los reclamos por transparencia electoral.
