SALTA (Redacción) – La astronauta estadounidense Christina Koch aterrizó en la Tierra ayer luego de batir el récord femenino de estadía en el espacio exterior. La mujer de 41 años pasó más de trescientos días a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS). Fue su primer misión fuera del planeta y también formó parte de la primera caminata espacial integrada solo por mujeres.
Aterrizaje y récord femenino
Por su parte, la NASA compartió un video del arribo de la astronauta en Twitter: “¡Los pulgares en alto y una gran sonrisa de Christina Koch!”. Así describió el organismo las primeras imágenes de la recién llegada. “Su primer vuelo espacial se convirtió en una misión de 328 días con 5248 orbitaciones a la Tierra, un viaje de 139.000 millas, apenas el equivalente de 291 viajes a la Luna ida y vuelta”, explicó la entidad.
En tanto, Koch compartió un mensaje en sus redes sociales el pasado miércoles, previo a comenzar el retorno a Estados Unidos. “¿Qué extrañaré? La exquisita belleza tanto del planeta Tierra como de esta maravilla que sus increíbles habitantes han creado”, publicó la astronauta. Además, en otro posteo expresó que extrañará a su “familia espacial” y le agradeció a sus compañeros de misión.
Las dificultades de pasar un año en el espacio
“He olvidado cuánto pesan las cosas, cuánto esfuerzo se necesita para mover solo mis brazos y piernas en oposición a la gravedad”, comentó Koch luego de su aterrizaje para describir las secuelas temporales de pasar tanto tiempo en el espacio. “Anticipo que me sorprenderá lo pesadas que están las cosas en el suelo después de 328 días viviendo en microgravedad”, apuntó la estadounidense.
De igual manera, la astronauta récord consideró que “el peso no será el mayor problema”, sino que “más impactante físicamente será el equilibrio”. “En la Tierra confiamos en nuestros ojos y oído interno para mantener la estabilidad. En órbita, sin gravedad, la mente deja de escuchar rápidamente al oído interno. Los ojos se hacen cargo… dependemos únicamente de las señales visuales”, describió en sus redes sociales.
Por último, aseguró: “Dormir en el espacio ha sido uno de los más relajantes sueños” . “Sin puntos calientes, sin sacudidas, sin girar, nunca demasiado caliente ni demasiado frío. Simplemente floto en la posición natural de mi cuerpo. ¿Cómo dormiré cuando regrese a la Tierra? ¿Dormiré sobre mi estómago, mi espalda, mi costado? ¿Importará la firmeza del colchón más que nunca? ¿Y qué hay de dormir al lado de alguien en una cama? He estado flotando en una bolsa sola por 327 noches. ¡Ojalá mi esposo no me eche al sofá!», bromeó Christina Koch.
