SALTA (Redacción) – La diplomática María Fernanda Silva recibió el plácet de estilo como embajadora argentina en el Vaticano, luego del primer intento fallido del Gobierno de nombrar a Luis Bellando como representante ante la Santa Sede. Por su parte, el pliego de Silva no necesita aprobación del Senado debido a su carrera en la diplomacia. A diferencia de los embajadores como Daniel Scioli, Carlos Tomada o Sergio Urribarri.
El vaticano aprobó a la primera mujer embajadora
Por lo tanto, según consignó El Intransigente, el Vaticano finalmente aceptó la designación de Silva y se transformó en la primera mujer que ocupará el cargo en el Estado Ciudad del Vaticano. La diplomática tomará el cargo de Rogelio Pfirter quien fuera su predecesor en el cargo. Cabe recordar que Silva ya ocupó puestos similares en los países de Venezuela y Ecuador.
Por otra parte, Luis Bellando fue el primer candidato postulado por el Gobierno Nacional y no lo aprobaron los altos funcionarios de la Santa Sede porque está divorciado. Pero la particularidad es que María Fernanda Silva recibió la nulidad católica de su matrimonio. Esto quiere decir que su exmarido optó por dedicarse al sacerdocio, por esto Silva es considerada soltera para la Iglesia.
El antecedente de Silva en la Santa Sede
Como bien informó Salta4400, esta no será la primera vez que Silva ocupe un cargo dentro la embajada vaticana, porque en la gestión de Eduardo Valdés fue la segunda en el orden jerárquico. Luego de que Macri asumiera en el 2015, Silva se hizo cargo de la dirección de la embajada de forma interina. Por su parte, Valdés había destacado a la nueva embajadora: “Es una muy buena representante de este tiempo. Ojalá ella tenga la suerte que yo no tuve de poder venir a la Argentina con el papa Francisco”.
Por último, esta confirmación de la diplomática se produjo luego de once días del encuentro que mantuvieron el Papa Francisco y Alberto Fernández. Cabe reiterar que sobre la designación, el diputado Valdés expresó: “Es una mujer que no se olvida de sus orígenes. Hace de la lucha de los afrodescendientes en la Argentina un presente permanente y que abrazó la causa de la américa latina unida”.