En medio de la pandemia de coronavirus que sacude y avanza sin frenos, hoy se produjo un nuevo fenómeno natural conmueve y genera mucha preocupación. Este 10 de abril, entró en erupción el volcán Anak Krakatau que está situado en una isla perteneciente a Indonesia. El movimiento sísmico se sintió en la capital Yakarta, a 150 kilómetros del epicentro. Cabe detallar que el mismo tiene un trágico antecedente reciente, porque en 2018 causó un tsunami en la región luego de activarse.
Detalles del fenómeno natural en plena pandemia
Como bien informa El Intransigente América, el volcán denominado Anak Krakatau entró en actividad precisamente a las 21.58 hora local. Según se registró, continuó expulsando lava durante 1 minuto y 12 segundos. En tanto, este fenómeno provocó de manera inmediata otra erupción más potente que se extendió durante más de 38 minutos. Las lluvia de cenizas alcanzaron los 500 metros de altura y fue registrada desde una extensa distancia en el océano Índico.
Por lo tanto, fue principalmente esta segunda explosión volcánica la que causó preocupación en los expertos. Si bien fue mucho menor a la que sucedió en 2018, la cual desencadenó un tsunami mortal en Indonesia, la erupción generó una cadena de activaciones en varios volcanes ubicados en el mismo lugar. A pesar de que todavía no se decidió, no está descartada una evacuación de las poblaciones cercanas. Esto provocaría otra problemática importante debido al avance del coronavirus.
El antecedente del volcán Krakatoa
Por otra parte, cabe recordar que el volcán Anak Krakatau que explotó esta mañana es hijo del Krakatoa. Este último tiene un carácter histórico e incluso legendario en Indonesia. También es uno de los más conocidos de todo el mundo. El mismo sufrió el 26 de agosto de 1883 una serie de explosiones que acabaron con la vida de 36 mil personas. Las erupciones dañaron a la mitad de la isla asiática y llegó a destruir la caldera del volcán.
Gran parte del mundo sintió los efectos de las explosiones del famoso Krakatoa. Estiman que fueron percibidas hasta a 5.000 kilómetros de distancia, y que incluso la ceniza se elevó a más de 80 kilómetros de altura. Además, se registró que el cielo se tiñó de color naranja en varios puntos del planeta. Luego del fenómeno, la temperatura global descendió 1,2 grados centígrados. Medio siglo después, en 1927, emergió en el lugar el Anak Krakatau. Si bien es muy activo sísmicamente, este volcán aun no causó un daño comparable.