En las últimas horas y luego de una jornada histórica Chile aprobó la redacción de una nueva carta magna para cambiar la Constitución de Pinochet. Cabe señalar que a pesar de la pandemia de coronavirus, millones de chilenos salieron a votar, teniendo en cuenta que no es obligatoria la participación. En tanto, el 78,2% de los votos aprobó armar una asamblea constituyente para que redacte una nueva Constitución. El presidente Sebastián Piñera celebró el resultado y pidió «unidad».
Como bien informa El IntraNews, el mandatario chileno se expresó apenas se conocieron los primeros resultados del plebiscito histórico. “Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro”, apuntó Piñera. Este mensaje lo envió, escoltado por todo su gabinete de ministros, desde el palacio presidencial de La Moneda en Santiago de Chile.
¿Qué significa esta votación?
Cabe mencionar que los chilenos votaron este domingo el plebiscito como respuesta a las masivas protestas sociales pacíficas y violentas que estallaron hace un año. Este domingo, la mayoría de la sociedad eligió reemplazar la Constitución de Pinochet redactada durante la dictadura entre 1973 y 1990. Sobre la forma en que debe escribir la Carta Magna, la otra pregunta del plebiscito se impuso con un 71,8 % la opción de la convención constitucional.
Este órgano estará integrado solo por ciudadanos electos para ese fin y será paritaria, según los datos informados por el Servicio Electoral de Chile (Servel). Mientras tanto, la opción del rechazo al cambio constitucional recibió solo el 21,8 % de los votos. Por su parte, la alternativa para que la nueva Constitución la elabore una convención mixta formada por parlamentarios y ciudadanos electos solo obtuvo el 20,94 por ciento de los votos.
Finalmente, las 155 personas que integrarán la convención ciudadana que redactará la Constitución serán elegidas por votación popular el 11 de abril del 2021. Desde entonces tendrán un nueves meses, prorrogables una sola vez por tres meses más, para elaborar el nuevo texto. Y el resultado será sometido a un nuevo referéndum en 2022 que será de voto obligatorio y en el que los ciudadanos decidirán si lo aprueban o rechazan.