SALTA (Redacción) – Brasil atraviesa por la crisis sanitaria más grande de su historia a causa de la pandemia de coronavirus. En las últimas semanas, el número de casos, muertes y hospitalizaciones aumentó de forma drástica y elevó a un 100% la ocupación de camas en los hospitales. Las autoridades y profesionales de la salud manifestaron temor por la falta de oxígeno y advierten que si esto sigue así, los cementerios podrían quedarse sin lugares.
Este martes, el gigante sudamericano anunció que seis de sus estados mostraron un notable colapso hospitalario. Muchos pacientes con complicaciones en su cuadro, no pudieron acceder a la atención médica, situación que provocó su muerte. Esto se vio reflejado en lugares como San Pablo, donde los cementerios abrieron de noche para no detener el ritmo de entierros récords o Brasilia, en donde se acumulan los muertos en los pasillos de hospitales.
Dicho escenario fue el resultado de la primera semana de Brasil con más del 80% del sistema sanitario colapsado. En este marco, la provisión de oxígeno se transformó en una de las agendas del país. Tan grande es la necesidad de este recurso, que la multinacional Ambev anunció que transformará una fábrica de cerveza en Riberao Preto, San Pablo, en una planta productora de oxígeno hospitalario.
La localidad más afectada por el coronavirus es San Pablo, que este lunes superó los 1.000 muertos en 24 horas. Se trata de un récord que llevará al país sudamericano a cumplir en próximas horas los 300.000 fallecimientos a causa de la enfermedad respiratoria. La aceleración de muertes fue tan rápida que la municipalidad colocó torres de iluminación en cuatro cementerios públicos de la ciudad para realizar los entierros.
Alerta en cinco estados
El Ministerio de Salud envió un oficio a la fiscalía general de la República alertando sobre la posibilidad de colapso por falta de oxígeno en cinco estados. Dicha iniciativa surgió luego de que seis personas murieran el fin de semana por el corte del circuito de distribución de oxígeno a camas UTI. Las jurisdicciones en situación crítica son: Acre, Rondonia, Amapá, Mato Grosso y Ceará y Río Grande do Norte.
