SALTA (Redacción) – El Papa Francisco vuelve a generar preocupación por su estado de salud a pesar de que superó con éxito una internación hace pocas jornadas. Este viernes confirmaron que el líder de la Iglesia Católica renunció a presidir una misa clave este domingo en la basílica de San Pedro. El Vaticano precisó que continúa “convaleciente” tras la operación en el colon a la que se sometió a principios de mes.
Como bien informa El Intra News, desde la Santa Sede describieron que “se trata de algo bastante normal». «Sigue convaleciente”, agrega el informe que confirmó que el Papa Francisco se asomará a la ventana del palacio apostólico el domingo al mediodía. Será para la tradicional oración del Ángelus, al igual que lo hizo la semana pasada. Cabe señalar que tenía programado presidir una misa por la Jornada Mundial de los Abuelos y las personas de la tercera edad.
Sobre esta celebración debemos mencionar que es muy larga, cerca dos horas de duración, y durante ella, el Obispo de Roma suele permanecer casi siempre de pie y pronuncia una homilía. En reemplazo del Papa Francisco, la misa será presidida por un prelado de la Curia romana, el obispo Rino Fisichella. Por otra parte, el Sumo Pontífice tiene programados una serie de viajes al exterior este año. Entre ellos uno del 12 al 15 de septiembre a Eslovaquia, con un paso corto por Hungría.
Detalles sobre la operación del Papa Francisco
Como bien se informó anteriormente, el Lider de la Iglesia Católica, de 84 años, fue operado el 4 de julio. En esta intervención quirúrgica le extirparon una parte del colon, en una operación programada y realizada con anestesia general. En tanto, cuando recibió el alta del hospital romano tras diez días de estar internado, se detuvo en la basílica de Santa María la Mayor antes de regresar a su residencia en la Ciudad del Vaticano.
Dentro del lugar se movió con silla de ruedas, según las fotografías divulgadas por la prensa italiana. También cabe recordar que Francisco sufre una ciática crónica la cual lo obliga a cojear y que le causa fuertes dolores. Por esta razón, en varias ocasiones ha tenido que renunciar a celebrar ceremonias oficiales en el Vaticano. Finalmente, hay que remarcar que desde que comenzó su papado en 2013, no había sufrido fuertes inconvenientes de salud.
