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Papa Francisco y un cambio rotundo sobre la diversidad sexual: «Jamás condenen a un hijo»

En un plegaria donde habló particularmente del rol de la familia, llamó a apoyar y acompañar a los hijos que han manifestado su diversidad sexual.

Papa Francisco

SALTA (Redacción) – En una nueva audiencia que se llevó a cabo en el Vaticano, el Papa Francisco marcó tendencia con un tema que siempre ha sido contradictorio para el catolicismo como es el tema de la diversidad sexual. El Santo Padre ya tuvo algunas posturas conciliatorias y hoy volvió a marcar la cancha llamando a que los padres acompañen a sus hijos en su orientación sexual.

En esta audiencia apuntó a la cuestión familiar. «Pienso en los padres ante los problemas de los hijos: hijos con tantas enfermedades, hijos enfermos, también con enfermedades permanentes. ¡Cuánto dolor ahí!», expresó el Papa Francisco y aquí agregó sobre la temática sexual: «Padres que ven orientaciones sexuales distintas en los hijos y cómo gestionar esto y acompañar a los hijos y no esconderse en una actitud condenatoria; padres que ven que sus hijos que se van a causa de la enfermedad», marcando un claro cambio de época.

En este marco, repudió los actos condenatorios y le pidió a los padres mayor comprensión y «suavidad» con sus hijos. «Jamás condenen a un hijo«, expresó el Papa Francisco. Así reafirma una postura que viene sosteniendo desde el 2018 en donde pide el acompañamiento familiar de las personas que no han elegido ser heterosexuales. Además, el año pasado había ratificado su apoyo a las uniones civiles.

Por otro lado, recordó cuando era Arzobispo de Buenos Aires que le «producía mucha ternura cuando pasaba ante la cárcel y había una fila de personas que iban a entrar a visitar a los presos. Y allí estaban las madres. Me producía tanta ternura, ver a las madres que ante un hijo que se ha equivocado y que está en la cárcel, no lo dejan solo, dan la cara y lo acompañan. Coraje de madre y de padre que acompañan a los hijos siempre», mencionó Bergoglio.

Por último, también se refirió a «las muchas personas que están aplastadas por el peso de la vida y ya no logran ni esperar ni rezar«. A esto resaltó que la oración no es «nunca» un gesto «abstracto o intimista», ya que estas son cualidades propias de los agnósticos pero no de los cristianos. Finalmente, afirmó que la oración «siempre está indisolublemente unida a la caridad y al amor«, concluyó el Santo Padre.

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