SALTA (Redacción) – El lamentable conflicto bélico que se inició anoche después de que Vladimir Putin diera la orden de atacar Kiev, la capital de Ucrania, traerá consecuencias económicas y políticas. Vivimos en un mundo interconectado y todo lo que ocurra en alguna parte del mundo repercutirá sobre los restantes actores estatales. Argentina llamó a un «cese de las hostilidades» a través de Cancillería.
Uno de los puntos fundamentales donde se ven los efectos inmediatos del ataque a Ucrania es la variación en el precio de los comodities, ya que tanto Rusia como el país invadido son dos naciones que se caracterizan por la producción y comercialización en trigo y soja. Los ucranianos se ubican en el tercer lugar como los mayores exportadores de maíz a nivel mundial y el acuarto mayor exportador de trigo.
De esta manera, el conflicto entre Rusia y Ucrania podrían hacer caer la oferta, lo cual además podría agravarse aún más con las sanciones que podría sufrir el país liderado por Vladimir Putin. Además, el ataque ruso afectó a las operaciones nocturnas del mercado de Chicago, referencia fundamental para la medición de los precios de los comodities. De acuerdo a los reportes oficiales que llegaron de Norteamérica, la soja subía 4,6% hasta superar largamente la barrera de los USD 600, el trigo 5,45% y el maíz 4,87%.
Así visto el panorama es más alentador de lo que pareciera, ya que al estar a la suba de los precios de los comodites Argentina podría vender sus productos a mayor precio. Sin embargo, el contexto nacional está lejos de favorecer por completo este escenario global: la producción local se ha visto afectada por las sequías y los terribles incendios forestales en Corrientes hace que la oferta disminuya.
Por último, otro de los recursos que sufrió un fuerte vaivén económico fueron el precio del petróleo, el gas natural y materias primas como es el aluminio y el níquel, elementos claves y de gran utilidad para la producción argentina. Como en nuestro país se utiliza energía importada, la suba de este precio podría terminar afectando en las facturas de la boleta de la luz y vuelve a poner en la mesa la discusión sobre el recorte o no de subsidios.