SALTA (Redacción) – El flagelo de la droga continúa avanzando sobre miles en todo el país, destruyendo a su paso la vida de numerosos jóvenes que recaen en las adicciones. Estos hábitos los aíslan de sus seres queridos y, muchas veces, los llevan a cometer diversos actos delictivos para obtener dinero y, de esa manera, adquirir sustancias que los llevan a los peores lugares a los que los seres humanos podría llegar: la locura, la desesperación, el crimen y la muerte.
Precisamente, en este caso se trata de un ladrón que pertenece a una peligrosa banda de asaltantes que opera en la ciudad de Salta. Por esta razón, al denunciar el robo que había sufrido en su inmueble, la vecina solicitó a la policía que se tomen las medidas de protección para su familia. Asimismo, la víctima también sostuvo que arrastra problemas de larga data con el sujeto, quien es conocido en Villa Cristina por los ilícitos que comete en busca de reunir dinero para abastecerse de drogas.
En esta oportunidad, Stella C., de 32 años, narró en su denuncia que el saqueo ocurrió en la tarde del pasado domingo 14 de abril. De acuerdo con la información que brindó en sede policial, la mujer explicó que ese día había salido temprano de su vivienda, que se encuentra ubicada en calle Corrientes al 900. Además, confirmó que había dejado el inmueble debidamente asegurado y, también, aludió que ya tenía programado que su regreso a la propiedad iba a producirse alrededor de las 20.
Cuando volvió a su casa, Stella no notó que hubiera algún inconveniente y, por ello, se dispuso a abrir la puerta principal. Sin embargo, cuando intentó ingresar a su inmueble, la joven se dio cuenta que la puerta estaba atascada. Ante ello, comenzó a hacer fuerza hasta que finalmente logró entrar y, en ese momento, se dio con el robo. Para su disgusto, evidenció que su casa estaba hecha un desastre, ya que los malvivientes que habían entrado dejaron revueltas todas las habitaciones.
De esa manera, la mujer halló todas sus prendas de vestir y otras pertenencias desparramadas por el suelo. Frente a este escenario, el primer impulso de la víctima fue corroborar si los bienes de mayor valor que poseía en la vivienda habían sido sustraídos por los delincuentes. Rápidamente, se dirigió a su habitación para corroborar que sus ahorros permanecieran en el lugar. Este dinero se hallaba en una caja que estaba oculta debajo de un mueble en el comedor.
Lamentablemente, Stella comprobó que los cuatro mil dólares que había ahorrado en los últimos años, que estaban ubicados dentro de un sobre de papel, también había sido robados. En su recorrida por la vivienda, la víctima revisó el fondo de su casa, donde encontró restos del botín saqueado como si fueran migajas. Particularmente, estos rastros la condujeron hasta la pared posterior de la propiedad, la cual se comunica con la casa de su vecino, quien sufre el flagelo de las adicciones.
Cuando la policía arribó al lugar, la propietaria les brindó estas directivas y, justo en el borde superior de la tapia, hallaron el sobre que contenía el dinero ahorrado. Con estas evidencias, la mujer radicó la denuncia del robo y apuntó como principal sospechoso a su vecino, quien habría irrumpido en la casa de la mujer a sabiendas de su horario de regreso. Se presume que, en su búsqueda por apropiarse de elementos de valor, el delincuente logró dar con el verdadero botín: 20 mil pesos, que aún no fueron recuperados.
