SALTA (Redacción) – La situación es preocupante, pues los crímenes no descienden desde hace prácticamente tres años, siendo su pico máximo el 2017, cuando en toda la provincia de Salta se registró un total de 95 homicidios. En ese año en que la capital y la ciudad de Orán, tuvieron un número record en materia de asesinatos. Estas cifras difieren bastante de la registrada hasta 2016, cuando se dieron 62 casos.
Hasta ese momento, los homicidios no superaban los 60 o 70 por año, sin embargo y desde 2017, la situación cambió y comenzó con un abrupto ascenso ese año, aunque en 2018 tuvo un leve descenso. En 2019, en tanto, la situación parecer volver a experimentan una fuerte curva de ascenso, pues ya se registraron 42 homicidios, siendo que aún resta la mitad del año con meses considerados críticos, como septiembre y los dos últimos meses, noviembre y diciembre.
El promedio de 7 homicidio por mes, el que se traduce a casi dos por semana, es de por sí una cifra alarmante, sobre todo porque se trata de un ritmo que desde enero de 2018 no varió sino que se mantuvo. Quiere decir que desde hace un año y medio en Salta siete personas mueren asesinadas por mes, un número que comenzó a preocupar a las autoridades de la Policía de la Provincia, la que ya trabaja en busca de analizar mecanismos que permitan lograr un descenso en la materia o, al menos, frenar el incremento.
Al respecto, la Policía busca coordinar acciones de prevención. En ese sentido, se busca reforzar mecanismos que permitan encender alarmas de peligro en posibles víctimas de violencia de género, como así también evitar escenario donde la ingesta alcohólica o de drogas pueda llevar a disputas que, debido a los efectos de estas adicciones, terminan de manera trágicas.
Círculo doméstico
Respecto a los hechos, los que suman 283, entre 2016 al 16 de julio de 2019, todos los casos responden a enfrentamientos o ataques en los que las víctimas y victimarios tienen parentesco, por lo general se trata de parejas, mientras que en una segunda categoría parecen amigos o conocidos, los que arrastran “viejas cuentas” que están a flor de piel, siendo cualquier incidente el disparador para encender la disputa.
En cuanto a las causas de los homicidios, la mayoría de ellos tienen como eje los celos y la venganza, siendo las víctimas parejas o ex parejas de los homicidas, quienes actúan ya decididos a llegar hasta las últimas consecuencias en caso de no lograr sus objetivos, por lo general estos motivos están relacionados a cuestiones pasionales.
Respecto a los escenarios de los homicidios, fuentes policiales informaron que la mayoría están concentrados en la capital salteña y en los distritos principales del norte provincial, en especial las ciudades de Orán y Tartagal, mientras que los distritos del sur provincial no registran números que alerten a sus habitantes, al menos, por ahora, puesto que aún restan seis meses pendientes hasta fin de año.
Asimismo, en su mayoría la policía logró la detención casi inmediata de los autores de los distintos hechos, algunos de los cuales fueron imputados, llevados a juicio y, en pocos casos, la justicia logró la condena de dichos sujetos. En un número mucho menor, las investigaciones aún no han llevado a dar con los responsables de los crímenes, aunque la policía es optimista y espera resolverlos pronto.
Violencia de género
Lamentablemente, la violencia hacia la mujer es un factor que se repite cada vez más seguido en materia de homicidios, lo que llevó a Salta a una posición no querida, en especial en una provincia que, desde 2015, se encuentra bajo declaración de emergencia por este flagelo. Las estadísticas, sin embargo, indican que esta acción del estado en contra de la violencia de género no tuvo, hasta ahora, el efecto buscado.
El gobierno provincial ha desarrollado numerosas acciones, programas y otros recursos en busca de darle un freno a los hechos de violencia de género, pero esto no parecer ser suficiente. Al parecer, es necesario gestionar más recursos y otros mecanismos para darle un freno importante a este flagelo, el cual nos ajeno al resto del país, donde los asesinatos y hechos de violencia de género también han evidenciado un incremento aún mayor al registrado en nuestra provincia.
Hubo 283 crímenes desde 2016 a 2019
Entre 2016 y julio de 2019, los registros de la Policía indican que Salta acumuló 283 homicidios. 2017, con 95 casos, fue el año con mayor cantidad de hechos. El mayor salto en materia de cantidad de casos de homicidios en la provincia se registró entre los años 2016 y 2017, cuando la tasa de homicidios (sobre 100.000 habitantes) pasó de 4.64 a 7,10, casi el doble. Luego, en 2018, ese promedio bajó apenas un punto y se estancó en 6,30, mientras que en lo que va de este año el registro asciende a 3,10, cuando aún restan seis meses, por lo que se estima que este número crecerá aún más.
De ser así, la tasa de homicidios podría terminar entre los 6 y 7 puntos, cifra que no es nada agradable, púes con la misma se confirma el crecimiento de crímenes que Salta experimenta desde 2017, cuando los homicidios alcanzaron un número record de 95 asesinatos, de los cuales la capital fue escenario de 43 hechos, casi el doble de los 26 ocurridos en 2016. Orán, por su parte, fue otras de las ciudades en donde los casos tuvieron un gran incremento: pasó de 9 a 26 hechos, casi el triple.
El año pasado, en tanto, la cantidad de homicidios en toda la provincia ascendió a 84 casos, 11 menos de los 95 registrados en 2017. En lo que va de este año, la curva de crímenes en Salta parece idéntica a la del año pasado, pues desde enero al 16 de julio de 2019, el número de asesinatos asciende a 42, la mitad de los hechos ocurridos en 2018, y todo indica que este promedio se repetirá o podría ser aún mayor.
Estos números, según informaron fuentes policiales, son más que preocupantes, pues lejos de registrar algún descenso, la cantidad de homicidio crece en un ritmo sostenido, aunque sin sobre saltos, como sucedió entre 2016 y 2017, lo cual tampoco es un alivio. Entre 2018 y 2019, se advierte un fuerte incremento en la cantidad de tentativas de homicidios, lo cual es tomado como un indicador de la curva de ascenso en materia de crímenes.
Al respecto, fuentes informaron a este medio que en todo 2018 se registraron 49 casos de tentativa de homicidios, mientras que en poco más de seis meses de 2019, este número llegó a 31 hechos, una cifra muy alta e indicadora de que cada vez se registran más hechos de violencia extrema, por lo general en enfrentamientos callejeros en los que los protagonistas evidencian estar bajo los efectos del alcohol o distintos estupefacientes.
