SALTA (Redacción) – A un año y medio de la reapertura del caso, en febrero del año pasado, en los últimos días la causa penal volvió a moverse con una nueva inspección ocular en el lugar donde, el 16 de julio de 2012, fueron hallados los cuerpos de Luján Peñalva y Yanina Nüesch, las dos amigas de 19 y 16 años que unos días antes se habían fugado de sus respectivas viviendas, en el barrio San Carlos.
El 8 de febrero del año 2014, a poco más de un año y medio del macabro hallazgo, en una arboleda de una finca colindante al barrio San Carlos, donde los cuerpos de las dos jóvenes colgaban de la rama de un árbol, el juez de instrucción, Pablo Farah, resolvió archivar el caso con la caratula de doble suicidio, la misma hipótesis que, a horas de descubiertos los cadáveres, sostuvo el gobernador de la provincia, Juan Manuel Urtubey.
Este fallo fue confirmado el 7 de abril del mismo año por los jueces Abel Fleming y Adolfo Figueroa, del Tribunal de Impugnación, como así también la propia Corte de Justicia de la Provincia, a través de un fallo con el voto del entonces juez de corte, Abel Cornejo, decidió cerrarle la puerta de un nuevo planteo presentado por familia Peñalba en busca de revertir la decisión de archivo del caso.
Posteriormente, tras una serie de manifestaciones, reclamos y distintas presentaciones legales, la familia finalmente logró la reapertura del caso a través de un fallo dispuesto por la jueza, Mónica Mukdsi, del Juzgado de Transición, quien cambió la carátula del caso a muerte dudosa, calificación que dejó conforme hasta ese momento a los padres de Luján Peñalba.
Con este triunfo, que no iba a ser suficiente, la familia instó una serie de diligencias procesales, todas tendientes a probar que su hija y su amiga no murieron como producto de un pacto suicida, sino que fueron víctimas de un homicidio, aunque nunca pudieron plantear pruebas suficientes y de peso para sostener dicha hipótesis.
Nuevo impulso
En junio pasado, el 27 para ser más preciso, el sitio oficial de la Procuración General, informó el desplazamiento de la fiscal de Transición, María Inés Loyola, del caso y en su remplazo el Procurador General, Abel Cornejo, designó a dos fiscales en su remplazo, siendo los mismos María Luján Sodero, Coordinadora de los fiscales penales, como así también a su colega, Pablo Rivero, de General Güemes.
Este cambio surgió tras una visita que los familiares de Luján Peñalba mantuvieron con Cornejo, quien decidió ahora impulsar la investigación a fondo del caso, lo que llevó a los nuevos fiscales a apoyar un largo pliego de pruebas que antes del cambio, la misma fiscal Loyola, había presentado en el marco de las diligencias tendientes al esclarecimiento del hecho.
Sin bien ya se había realizado la reconstrucción del supuesto doble suicidio, en septiembre de 2018, en los últimos días la familia, de la mano de los nuevos fiscales, motorizaron nuevamente la causa en busca de lograr el segundo objetivo principal de su lucha: un nuevo cambió de calificación penal. Lo que la familia pretende ahora es que el caso sea calificado como homicidio.
Hace unos días, la jueza Mukdsi, los dos nuevos fiscales y el abogado de los Peñalba, Pedro Arancibia, volvieron a la arboleda donde fueron hallados los cuerpos de Luján y Yanina, donde esta vez la justicia llevó adelante una inspección ocular, en busca de establecer el supuesto itinerario que las dos jóvenes habrían realizado para llegar al árbol de donde se habrían colgado.
Para la familia, como era de esperar, esta medida sirvió para confirmar que no existen pruebas firmes de que las dos jóvenes hayan llegado caminando al lugar, pues ellos aseguran que ambos cuerpos fueron transportado en un vehículo, el que habría dejado su marca en un sembradío contiguo, pues la jóvenes ya estaban muertas y el supuesto suicidio fue, en realidad, una puesta en escena.
“No nos cierra”
Al respecto, Gustavo Peñalba, padre de Luján, afirmó que “a nosotros esa hipótesis no nos cierra”, refiriéndose a la explicación oficial dada por el juez Farah respecto a cómo fue que se quitaron la vida las dos amigas. En tal sentido, el progenitor resaltó la supuesta indiferencia de dicho magistrado por no profundizar las pesquisas en los días posteriores al hallazgo de los cuerpos.
“Eso es algo de lo que nos privó el doctor Farah, a pesar de que se había comprometido. Perdimos muchas evidencias por el paso de los años, sabemos que si él hubiese salido a golpear puertas hubiésemos estado cerca de la verdad en poco tiempo, hoy después de siete años se hace más complicado”, agregó. “Vamos a aportar testimonios que hablan de que las vieron en una dirección contraria a la oficial. A pesar de todo creo que vamos a llegar muy pronto a la verdad”.
En el lugar de los hechos, en tanto, la jueza Mukdsi expresó que «la idea fue hacer una inspección ocular en toda la zona donde se hizo el rastrillaje. Nos guio el personal que estuvo a cargo”. Asimismo, y respecto al pedido de la familia, adelantó que se recibirán más testimonios, entre ellos el de una vecina que supuestamente habría llamado al 911, oportunidad en que apuntó otra hipótesis de lo sucedido con las dos amigas, aunque luego se rectificó.
Sobre las diligencias solicitadas por la familia, tales medidas fueron acompañadas por los jueves fiscales del caos. Una de ellas gira en torno al análisis del teléfono celular de María Luján Peñalva, aparato a través del cual se espera obtener información vinculada a la línea referencias respecto a la ubicación del teléfono y, por ende, de las dos jóvenes en el período indicado y la celda y antena que proporcionaba cobertura. También se requirió la pericia del CPU de la computadora que pertenecía a Yanina Nüesch.
Con todas estas medidas, la familia espera confiada en direccionar el rumbo de la investigación penal hacia el doble homicidio, la hipótesis que los parientes siempre han buscado, incluso desde el inicio de la causa penal y para lo cual han planteado numerosos pedidos y recursos legales, los que la justicia no escuchó hasta el 8 de febrero del año pasado, cuando se resolvió reabrir el caso.
A la espera de un pronunciamiento
Con todas las diligencias realizadas en los últimos meses, lo que se aguarda es un pronunciamiento de la jueza Mukdsi, quien ya lleva al frente de la causa un año y medio, sin que se haya expedido respecto a la investigación, la cual, a propósito, ya no le quedan medidas procesales por ejecutar, lo que acrecienta la expectativas por una resolución judicial del caso.
Obviamente, la familia Peñalba que dicho pronunciamiento les sea favorable, pues consideran que las medidas procesales realizadas indican ese rumbo. Fuentes de la ciudad judicial, en tanto, no están del todo seguros de ello, pues esperan que la magistrada revalide el trabajo que cuatro de sus colegas realizaron en torno a este caso, siendo los mismos los jueces, Farah, Pablo Arancibia, Fleming y Figueroa. Uno de ello, el primero, a propósito, fue víctima de un escrache público de la familia Peñalba, una metodología que nadie quiere ni acepta, al menos, en el ámbito judicial. En vista de ello, se sospecha que Mukdsi retardaría todo lo que pueda realizaron algún pronunciamiento de fondo respecto a la causa.
Una testigo fue aprehendida y quedó a disposición de la UGAP
En la ampliación de declaración testimonial de una mujer que llamó al Servicio de Emergencias 911, en 2012, e luego rectificó su declaración. La jueza de la Sala VI del Tribunal de Juicio, Mónica Mukdsi, ordenó la aprehensión de la testigo y la puso a disposición de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas del Ministerio Público Fiscal, ante la posible comisión del delito de falso testimonio.
Al estar a disposición de UGAP, los fiscales deberán pedir su detención al Juzgado de Garantías 7, en turno. La jueza remitió a los fiscales copias del acta de aprehensión y de las actas testimoniales. Los funcionarios del Ministerio Público Fiscal ya cuentan con el soporte digital de la audiencia de declaración testimonial filmada este martes.
Los fiscales de la Unidad Especial, María Luján Sodero Calvet y Pablo Rivero, participaron de la audiencia en cuestión, en la que se escucharon los audios de la testigo, de las llamadas realizadas al Servicio de Emergencias 911 en 2012, y a raíz de las inconsistencias y rectificaciones de la testigo durante su declaración, es que Sodero pidió la detención, atento a la posible comisión del delito de falso testimonio. Al pedido adhirió el fiscal Rivero y también la querella.
El lunes 16 de julio de 2012, aparecieron sin vida Yanina Nüesch y Luján Peñalva, de 16 y 19 años, respectivamente. Las encontraron colgadas con una misma soga en un árbol de un descampado de la zona sur de la ciudad. Habían desaparecido dos días antes.
En 2018, Mukdsi ordenó proseguir con la investigación en la causa, que fue archivada el 6 de febrero de 2014 por el juez de Transición 2, Pablo Arancibia. El archivo fue confirmado el 7 de abril de 2014 por la Sala I del Tribunal de Impugnación, integrada por Abel Fleming y Adolfo Figueroa.
