SALTA (Redacción) – Esta mañana surgieron importantes novedades en el marco del caso Gine. En esta oportunidad, sumaron nueva evidencia contra los tres imputados por el homicidio de la anciana. De esta manera, se corroboró que la mujer todavía estaba con vida al momento en que los sospechosos por el crimen habían ingresado a su departamento. Semanas atrás, los dos hombres apuntados por este hecho también sufrió otro revés en relación a su situación procesal.
Concretamente, la fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ana Inés Salinas Odorisio, accedió a un informe relacionado con esta investigación. Justamente, la elaboración del documento estuvo a cargo de la Unidad Especial de Investigación del Ministerio Público Fiscal de la Provincia. De esa manera, se llegó a la conclusión que María Leonor Gine estaba viva minutos antes de que los imputados entraran a su vivienda.
Para ello, los especialistas provincial efectuaron un relevamiento de las comunicaciones telefónicas que había tenido la víctima. Asimismo, también inspeccionaron los registros de las cámaras de seguridad de la zona. A raíz de ello, valoraron que se establecieron los horarios en los que los acusados habrían arribado al departamento de la calle Belgrano. En ese sentido, advirtieron que la llegada de los sospechosos se habría producido cerca de la 1, momento que coincide con la data de muerte de la autopsia.
Caso Gine
La última novedad sobre el caso Gine había tenido lugar a mediados del mes pasado. Por entonces, la fiscal penal amplió los cargos contra los dos hombres acusados por el homicidio: Federico Leonardo Detzel y Agustín Morales. A causa de ello, la funcionaria pública les había sumado el cargo de violencia de género contra la víctima. A pesar de que tuvieron la oportunidad de realizar su descargo, ambos desistieron que aprovechar esta instancia.
Por entonces, Salinas Odorisio había mencionado que el testimonio de una de las hijas de Gine había resultado clave para incorporar estas figuras penales. En ese momento, la mujer había declarado que su madre había implementado varias medidas de seguridad, ya que desconfiaba de su nieto, Morales, con quien convivía. Además, también había considerado que la superioridad física que habrían ejercido los imputados la dejaban en una situación vulnerable.