SALTA (Redacción) Si bien las cifras no dan cuenta de un aumento significativo en relación a los abusos policiales entre el año pasado y el presente, los mismos se hicieron sumamente visibles durante la pandemia. Cada semana que pasa, los salteños se vuelven testigos y en algunos casos víctimas de los de múltiples excesos de las fuerzas de seguridad. Es allí dondre crece la disputa por el DNU 255, al que muchos consideran inconstitucional. En este marco, hoy se conoció la detención del repudiado comisario Walter Mamaní de la localidad de Apolinario Saravia.
El juez de Garantías de Joaquín V. González, Héctor Guzmán Salustros, ordenó la detención del comisario acusado de abuso de autoridad. Esta resolución va en respuesta del pedido de la fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke. Asimismo, la detención aplica a los otros uniformados que participaron del incidente cometido en Apolinario Saravia.
La causa que tiene en vilo a todo el cuerpo policial
Cabe recordar que el comisario Mamaní está acusado del delito de abuso de armas agravado, privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica y vejaciones agravadas con fines de venganza, todo en perjuicio de Luciano Diez. Fue el pasado 28 de junio cuando el joven Diez circulaba en el rodado de su madre sobre la avenida 9 de Julio en inmediaciones del Parque Norte – Sala Nido, de Apolinario Saravia.
Allí apareció una camioneta policial (N´ 1745) en sentido contrario, donde estaban los policías imputados. El comisario Walter Ezequiel Omar Mamaní, la sargento Julia Díaz, el sargento Sergio Argañaraz y el cabo Juan Giménez. Sin motivo aparente realizaron disparos, al parecer tratando de detener al joven que habría incumplido el horario previsto para circular según consigna el DNU. A esta tamaña causa se suma el video donde claramente queda al descubierto toda la maniobra corrupta realizada por el efectivo para entorpecer el proceso judicial.
En la filmación consta que el comisario y «su gente» se trasladaron hasta el domicilio del joven. Es precisamente ese día a partir del cual surgen nuevas imágenes. Mamaní llega a la casa de quien el consideraba sospechoso y tras llamar se observa cómo se acerca al rodado de la señora Iris Waidelich, madre del joven. En aquel instante dobla la chapa patente y vuelve a ubicarse en la puerta de ingreso. Segundos después, al parecer tras darse cuenta de la cámara, regresa e intenta en dos oportunidades enderezar la patente.
