SALTA (Redacción) – Luego de varios meses, finalmente la jueza Claudia Puertas ordenó elevar a juicio la causa contra veinte policías por episodios de represión en Salta. Los acusados están implicados en los violentos hechos ocurridos en agosto del año pasado en los asentamientos en barrios San Calixto y ampliación Parque la Vega. La represión policial se extendió por más de una hora, y según los testimonios de varias de las víctimas el episodio cesó porque “se quedaron sin balas”.
Cabe detallar que los policías de Salta están acusados de los delitos de «vejaciones calificadas» y «lesiones leves» por diecinueve hechos. Sobre el casos, desde el Poder Judicial recordaron que todo comenzó con una denuncia radicada el 20 de mayo de 2020. Allí advirtieron que más de tres mil personas se encontraban habitando los terrenos fiscales. «A partir de ese momento la presencia policial fue permanente en el predio de manera pacífica», describe el informe.
Amenazas y controles extremos
No obstante, según contaron los vecinos, desde agosto de ese año, habrían comenzado a recibir amenazas e intimidaciones por parte de los policías. Durante todos esos días, los efectivos les habrían impedido el ingreso de agua, alimentos, frazadas, medicinas, e incluso se impidió el ingreso al predio de personal médico ante urgencias. Todo esto amparándose en la medida judicial que no autorizaba la construcción de viviendas en el lugar.
Sobre esta situación, las autoridades judiciales relataron: «Habrían prohibido el ingreso y salida, tanto de los propios vecinos como de los víveres indispensables para su subsistencia. También denunciaron que la policía realizó requisas ilegales y violentas, en muchas ocasiones obligando a las mujeres a levantarse sus ropas a los fines de ‘constatar’ que no ingresaran nada al predio».
Fuertes discusiones con las vecinas
En este contexto, en la mañana del 26 de agosto se produjo una fuerte discusión y algunos forcejeos con una de las vecinas que intentó ingresar una tarima del tipo pallets. Allí la interceptó un efectivo que le dijo que “si querían ingresar la tarima debían desarmarla y despedazarla para que ellos pudieran comprobar que era para leña”. Por su parte, la vecina le explicó que no tenía herramientas para hacerlo.
Ante esta situación, concurrió al lugar personal de Infantería y demás refuerzos que se agruparon alrededor del predio, pese a que el episodio de la leña ya había concluido. «En horas de la noche, otra vecina intentó ingresar al predio con un cartón. Pero se le negó el ingreso. Ante la negativa, la mujer les explicó a los policías que su colchón estaba mojado y que utilizaría el cartón a los fines de resguardarse del frío del piso», agregaron desde el Poder Judicial.
La brutal represión por la agresión a una abuela
Allí, los policías le negaron el ingreso del cartón y se lo arrebataron a la fuerza. Según los testigos, en medio de ese forcejeo por el cartón, un policía le dio un golpe de puño a la mujer, de 70 años y discapacitada. Por esto, otras vecinas intervinieron para defender a su compañera, quien se encontraba tendida en el suelo. En este momento varios de los policías comenzaron a dispararles con balas de goma.
«Al escuchar los balazos, se hicieron presente varios hombres que trataron de defender a las mujeres con lo que encontraban a mano. Los policías, en este contexto, habrían comenzado a lanzar gases lacrimógenos y el disparo de proyectiles 9 milímetros, según relataron los testigos. Según consta en la causa, ya entrada la noche y finalizada la represión, llegó al lugar un sólo móvil de ambulancia para atender a más de cien personas heridas», completa el reporte del caso.