Salta (Redacción) – El fiscal Armando Cazón, formalizará mañana cargos por estafas agravadas y adulteración de instrumentos públicos y privados contra el ex intendente de Aguaray, Jorge Enrique Prado, y el venezolano Wuisthon Antonio Díaz Solano. Las imputaciones son por una ficticia clínica del primer mundo y un montaje de $9.000 millones.
El 4 de octubre del año pasado, todavía en su cargo de intendente, Prado convocó a concejales y vecinos a un acto público en el que anunció que un grupo venezolano con sede en Caracas, construiría una clínica, de ocho pisos, con una inversión de 50 millones de dólares. El ex mandatario municipal estaba acompañado por un venezolano Sebastián Solano Guzamana.
Guzamana se había presentado ante la multitud presente como médico, politólogo y representante de Banesco Internacional. En el acto Enrique Prado anunció que en la nueva clínica de alta complejidad que se construiría en Aguaray, trabajarían especialistas argentinos y de otros países para atender a pacientes del norte argentino, Bolivia y Paraguay.
El 6 de octubre de 2020, dos días después del anuncio, el Ejecutivo ingresó al Concejo los pedidos de autorización. Con estos ribetes, el montaje ilícito tuvo escandalosas derivaciones penales que hoy se extienden desde el norte salteño hasta Caracas. Banesco negó cualquier vinculación con el supuesto representante que apareció junto a Prado y la supuesta clínica del primer mundo anunciada.
El fiscal penal de Salvador Mazza, Armando Cazón, inició actuaciones de oficio. Estas permitieron acreditar que la persona que se presentó como Sebastián Solano Guzamana es, en realidad, Wuisthon Antonio Díaz Solano, un venezolano que está detenido en Tartagal por una causa en la que Cazón lo imputó en febrero último por el secuestro de una adolescente de Aguaray.
