SALTA (Redacción) – La violencia de género no cesa en Salta y la justicia algunos casos suele darle respuestas y a otros no. En esta ocasión, tratamos de un caso en el cual un hombre que se llama Alfredo Quispe y tiene 29 años fue condenado a dos años y cinco meses de prisión condicional por haber sido el actor de los delitos de amenazas con arma, intimidación (dos hechos), coacción, privación ilegítima de la libertad y daños.
El imputado había sido denunciado por su expareja y la hermana de esta porque el 6 de enero de este año, el acusado, había ido a la casa de su excuñada y comenzó a gritarle a su exconcubina que saliera. En este hecho, Quispe arrojó piedras al hogar, sacó un cuchillo y las amenazo que las iba a matar. El 21 de febrero volvió a interceptarla en la vía pública, la arrastró a la fuerza hasta su casa y la amenazó con golpearla.
Además de esto, en ese mismo acto de febrero, Alfredo encerró a su expareja y le decía que la iba a matar porque lo había dejado y que luego de eso él se quitaría la vida. Sin embargo, la victima logró que se tranquilice y logró zafar de la situación al pedirle que lo deje a ir a buscar a su bebé. Un claro ejemplo de violencia de género.
La Justicia de Salta dictaminó que Alfredo Quispe siga en libertad producto de la pena dictada, pero con la condición de que realice los tratamientos adecuados por su adicción a los estupefacientes y al alcohol, deberá presentar la constancia correspondiente y tiene prohibido acercarse a menos de 500 metros de las damnificadas, tanto a sus domicilios como aquellos lugares que ellas frecuenten.
También se le prohíbe tener cualquier tipo de contacto con ellas, tanto física como virtualmente. Debe abstenerse de ejercer algún tipo de violencia física o psíquica para mantener su liberad condicional. Por último, el juez Ángel Amadeo Longarte estableció que el Sistema de Emergencia 911 active el botón antipánico en el celular de la principal victima y que un patrullero controle su domicilio por seis meses.
