SALTA (Redacción) – El paso del Presidente Mauricio Macri por Salta no solo provocó el malestar de una parte de la comunidad eclesiástica de la Provincia, sino que dejó una sensación ampliamente negativa en buena parte de la dirigente política e, incluso de la ciudadanía. A pesar de que su visita en la última jornada de la festividades en Honor al Señor y la Virgen del Milagro se produjo a través de la invitación que le envió el Arzobispo de Salta, quedó la sospecha de que sus reales intenciones habrían sido meramente electorales.
A lo largo de las pocas horas en las que Macri estuvo en suelo salteño, se dieron algunas particularidades que, incluso, pueden parecer impropias para el protocolo que habitualmente se despliegue ante la llegada de un mandatario. En primer lugar, el Jefe de Estado aterrizó en la Provincia por su cuenta, sin haber coordinado un recibimiento especial con el Gobierno de la Provincia de Salta. De esa misma manera, encabezó un comitiva que lo trasladó hacia la Catedral Basílica de la capital.
Durante la jornada, interactuó solamente una vez con el Gobernador Juan Manuel Urtubey. Ambos dirigentes se estrecharon la mano frente a todos los funcionarios y peregrinos antes del inicio de la de la Misa Estacional de la Solemnidad del Señor del Milagro. A pesar de que la presencia de las primeras damas de la Provincia y de la Nación, Isabel Macedo y Juliana Awada, respectivamente, sirvió para que ambos esbozaran una sonrisa, las personas que atestiguaron la situación se dieron cuenta de la distancia entre ambos mandatarios.
En calidad de candidato a Vicepresidente por Consenso Federal, Urtubey ha estado realizando severas críticas contra el Gobierno nacional, principalmente en cuanto al rumbo económico que ha adoptado desde diciembre de 2015. Incluso, el frente que encabeza Roberto Lavagna fue el responsable de poner en debate el proyecto de Ley de Emergencia Alimentaria, que el jueves pasado obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación.
Sáenz y los dirigentes PRO
En tanto, esta extraña planificación del viaje del Presidente también provocó un desencuentro entre Macri y el Intendente Gustavo Sáenz. A pesar de que no es un dirigente que responda a las órdenes del líder de Juntos por el Cambio, el Jefe Comunal de la capital siempre ha mantenido una buena relación con el mandatario, así como también con los funcionarios de la primera línea de la administración federal.
Los únicos políticos que pudieron compartir tiempo con Macri fueron el diputado nacional Martín Grande y el diputado provincial Martín De los Ríos, precisamente dos de los mayores referentes del macrismo de la Provincia de Salta. A causa de esta elección por parte de la comitiva presidencia, buena parte de la dirigencia salteña decodificó que la finalidad de esta acción oficial estuvo destinada a la planificación electoral de cara a los comicios provinciales o nacionales. Además, esta hipótesis se vio reforzada con el apoyo que un grupo de militantes le proporcionó al Jefe Estado antes su partida.
En este marco, el Presidente Macri publicó dos mensajes en cuenta de Instagram. En el primero hizo alusión a las sensaciones que le provocó su experiencia en el Milagro salteño: «Vinimos con Juliana a Salta invitados por el Arzobispo, Monseñor Mario Cargnello, para participar de la celebración de la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro. Es emocionante compartir como una persona más, la devoción de cientos de miles de personas que movidas por la fe, peregrinaron hasta acá desde distintas partes del país. La profunda religiosidad de Salta y las provincias del Noroeste argentino se reúnen en esta tradicional celebración cristiana con íntima esperanza». Sin embargo, finalizó su paso por la visita con el posteo de un video, donde se lo muestra vitoreado por decenas de militantes que estaban al grito de «Sí se puede». «GRACIAS SALTA POR TANTO CARIÑO!», fue su saludo final.