SALTA (Redacción) – El Intendente Gustavo Sáenz formó parte esta mañana de la Misa Estacional de la Solemnidad del Señor del Milagro. Precisamente, el dirigente capitalino compartió el último de los oficios religiosos de las festividades en Honor al Señor y la Virgen del Milagro junto al Gobernador Juan Manuel Urtubey y al Presidente Mauricio Macri. A lo largo de las últimas jornadas, el Jefe Comunal estuvo presente en todas las actividades que se realizaron en el marco de esta celebración religiosa.
En esta oportunidad, Sáenz encabezó una extensa comitiva de funcionarios de la Municipalidad que concurrieron a la tradicional misa para realizar su respectivo homenaje a los Santos Patronos de la Provincia de Salta. A lo largo de toda la ceremonia, le brindó toda su atención a las palabras que expresaron el Arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, y el Secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, Octavio Ruiz Arena, ante la multitud de fieles que se congregaron en el exterior de la Catedral Basílica.
Entre los dirigentes locales que concurrieron a este oficina, se destacaron los secretarios Wanny Caramella (Obras Públicas), Guadalupe Colque (Desarrollo Social), Martín Güemes (Modernización) y Mario Peña (Turismo); el titular de la Secretaría General, Juan Carlos Villamayor; y la responsable de la Subsecretaría de Coordinación General de Museos, Elena Cornejo. En este contexto, también se contó con la presencia del Vicegobernador Miguel Isa, además de decenas legisladores y funcionarios nacionales, provinciales y municipales.
Las palabras de Ruiz Arena
Al término de la misa, Sáenz destacó principalmente las palabras que había expresado Ruiz Arena, debido a que su mensaje fue exclusivamente dirigido a las decenas de miles de peregrinos que, como cada año, dejaron temporalmente sus actividades y deberes cotidianos para formar parte de esta emblemática festividad. En su discurso, el párroco enfatizó que los fieles «hoy son esos mensajeros de paz que vienen a expresar su amor y gratitud al Señor y la Virgen del Milagro».
Posteriormente, el monseñor valoró que gran parte de los feligreses «con gran sacrificio y fatiga han recorrido kilómetros y kilómetros durante varios días para llegar a este santuario, con el fin de poner bajo su protección su vida, sus alegrías, sus anhelos, sus sufrimientos, sus angustias, su trabajo y sus familias». Ante ello, remarcó que «peregrinar es ponernos en camino hacia Dios, significa tener la mirada fija en la meta definitiva de nuestra vida, con un corazón anhelante de encontrar al Señor».
En esa línea, Ruiz Arena les remarcó a los peregrinos y la dirigencia religiosa y política que «para creer en el amor de Dios y aceptar a Cristo en nuestra vida no debemos exigir más pruebas y milagros». Por ello, les recordó: «Ya el apóstol decía: ‘Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para quienes han sido llamados’».
En los últimos tramos de su intervención, el párroco expresó que «al mirar al Señor del Milagro y contemplar la ternura y sufrimiento de su madre, no podemos permanecer indiferentes, sino tenemos que dejarnos tocar el corazón y expresar nuestros sentimientos de reconocimiento y gratitud». «Sentimientos que no se pueden quedar en buenas intenciones, sino que deben manifestarse como una expresión viva de nuestra fe, en un aumento de nuestro compromiso de caridad y misericordia para nuestros hermanos que sufren. Si hemos venido con fe a este santuario es porque queremos poner en práctica el imperativo fundamental del evangelio: el amor, la misericordia, la justicia», concluyó.
Fuente: Municipalidad de Salta
