SALTA (Redacción) – El diputado provincial Ignacio Jarsún asistió esta mañana a la ceremonia de asunción del flamante Gobernador Gustavo Saénz. En ese contexto, destacó que posee «mucho entusiasmo» sobre el inicio del nuevo mandato en la Provincia. Igualmente, sostuvo que también se debe tener «mucha prudencia, ya que sabemos que no se vienen tiempos fáciles». «Queremos acompañarlo a Gustavo. Necesitamos darle gobernabilidad porque hay que atravesar una situación económica que no va a ser sencilla», aseguró.
En diálogo exclusivo con SALTA4400, Jarsún ratificó que durante los próximos años los dirigentes salteños deberán mantenerse «todos juntos, trabajando hacia adelante». Para alcanzar este objetivo, consideró que la administración que encabezará Sáenz tendrá que basarse «en el diálogo, el consenso y la austeridad». En tanto, afirmó que la gestión provincial deberá abocarse plenamente a «acomodar las finanzas«. «Gustavo tiene una gran tarea por delante», remarcó.
Contratos y deudas
De cara a las gestiones que se llevarán a cabo a partir de mañana, el legislador recordó que «seguramente hay muchos contratos que se vencen». Ante ello, aludió que el nuevo Gobernador «tendrá que revisar una a una estas situaciones». Además, mencionó que también existen «vencimientos por pagar». «El año que viene Salta tiene un vencimiento de más de nueve mil millones de pesos», advirtió. Frente a este panorama, sugirió que se debe evaluar la posibilidad de «refinanciar parte de esa deuda«.
A pesar de ello, Jarsún enfatizó en el papal que deberán desempeñar los integrantes de ambas cámaras. «Nosotros desde la Legislatura trabajaremos para acompañar esa gobernabilidad y darle las herramientas que necesite Gustavo para poder arrancar de la mejor manera, y que Salta pueda avanzar», exclamó. Al mismo tiempo, también celebró la cantidad de mujeres y jóvenes que forman parte de ambos cuerpos. «Es muy bueno. Me siento parte de eso y quiero que eso siga avanzando así, abriendo espacios para gente nueva», recalcó.
Rosario de Lerma
Por último, el exintendente hizo referencia al estado en el que dejó a la Municipalidad de Rosario de Lerma. «Me fui dejando saneadas todas las arcas«, enfatizó. A su vez, rememoró que había recibido «un municipio fundido», donde la deuda en 2015 era superior a los «quince millones de pesos». «Hoy no debemos un centavo, y eso para mí es loable», valoró. «Hemos hecho más obras que nunca antes en la historia, hemos pagado los sueldos hasta noviembre, y me vienen a decir cómo administrar…», sentenció.