SALTA (Redacción) – Los efectivos de la Policía y los familiares se quejan porque muchos uniformados son enviados a los operativos sin las medidas mínimas de protección sanitaria. El secretario de Seguridad, Benjamín Cruz, desmintió la situación, pero en las bases de la fuerza de seguridad crece la preocupación: “Con suerte te dan un barbijo cada un par de días, o cuando algún funcionario va a pasar por el operativo, y de guantes mejor ni hablar”.
Salta fue una de las primeras provincias en endurecer las medidas de circulación y prohibir el uso del transporte público. Incluso, implementó la cuarentena obligatoria antes de que sea decretada a nivel nacional por el presidente Alberto Fernández. Desde el primer momento, Gustavo Sáenz aseguró que el gobierno utilizaría “todo el poder del Estado para garantizar la seguridad y la salud de los salteños”.
De la misma manera, el gobernador le pidió a todo su gabinete que gestione en igual sentido. Sáenz ordenó a todos sus ministros y secretarios que prioricen, más que cualquier otra cosa, “la seguridad de los ciudadanos y los trabajadores públicos afectados a la lucha contra la pandemia”.
Sin embargo, en los últimos días empezaron a trascender denuncias desde el interior de la fuerza policial que cuestionan la falta de equipamiento e insumos con la que muchos efectivos salen a la calle.
El primer llamado de atención vino desde Metán. Allí, familiares de cadetes de la Policía recién incorporados a la fuerza protestaron por la falta de protección con la que se enviaba a los flamantes efectivos a cubrir los operativos. Muchos de ellos incluso sin sueldo ni obra social. La situación, denunciada inicialmente en el medio Metán Noticias, fue luego replicada en otras localidades de la Provincia donde se advertían la misma irregularidad.
Finalmente, el drama de los cadetes tomó estado público hasta que el 6 de abril el propio Sáenz instruyó y ordenó al Ministerio de Seguridad regularizar la situación laboral de los afectados. Con el paso de los días y el avance de la cuarentena, entre otras irregularidades se empezó a ver a algunos policías sin barbijos. También se observó a muchos efectivos
con barbijos caseros, donados, o confeccionados por ellos mismos y sus familiares.
Si bien ahora la Provincia estableció como obligatorio el uso de tapabocas artesanales para todos los ciudadanos que salgan a la calle a realizar una actividad esencial, la indicación de la OMS es que tanto las fuerzas de seguridad como los trabajadores de la salud usen barbijos homologados. Esto último no se estaría cumpliendo, según lo que advierten muchos efectivos que prefieren no revelar su identidad ante el temor de
sufrir represalias.
Desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia salieron a desmentir la situación y aseguraron que se están cumpliendo a rajatabla con todas las medidas de seguridad y prevención en el marco de la emergencia sanitaria.
En la conferencia de este jueves y puntualmente consultado sobre la polémica de la provisión de barbijos a la Policía, el secretario de Seguridad Benjamín Cruz fue tajante: “No queremos falsas denuncias para que se cree una psicosis. Nosotros tenemos la obligación de cuidar a todo el personal policial”.
Intentando llevar tranquilidad, el funcionario explicó cómo se distribuyen los kits de seguridad: “todos los días hacemos el recorrido en los tres turnos que tiene la Policía para proveerlos de estas medidas higiénicas, sanitarias, epidemiológicas y profilácticas con la entrega de barbijos y guantes”. De acuerdo con el diagnóstico de Cruz, si se observan efectivos que no tienen barbijo es porque no quieren usarlo, y no porque no se los hayan provisto. Incluso, pidió que sean reportados: “Si hay personas que ven que la Policía de Salta no cumple con esto, les pedimos que hagan la denuncia a través del 911 o en el Ministerio de Seguridad”.
Tras escuchar la conferencia de prensa, algunos policías se comunicaron con SALTA4400, pidiendo que no se revelaran sus identidades contradijeron la versión del secretario Cruz: “Con suerte te dan un barbijo cada dos o tres días. La mayoría hacemos barbijo en la casa o nos regala nuestra familia, pero todos sabemos que los artesanales no duran más que unas horas y no son seguros para nosotros que estamos expuestos. De guantes ni hablar, ¿A cuántos policías nos vieron con
guantes?”.
Estos relato y la denuncia de los familiares coinciden con un imagen tomada por nuestro medio en inmediaciones del expeaje Aunor, donde un policía no contaba con barbijo ni con guantes en un operativo de recepción de repatriados. ¿Será responsabilidad de cada policía o del Gobierno provincial?