SALTA (Redacción) – El gobernador Gustavo Sáenz, a quien no le gusta charlar con la prensa, festejó su cumpleaños a través de un Facebook Live, mismo medio que usa para comunicar medidas oficiales de gobierno. Además de cantar, y compartir algunos videos de sus recorridas por los barrios, se tomó el tiempo para pedir disculpas por “comunicar mal” una medida de descuentos a la administración pública en su transmisión del domingo.
“Todos nos equivocamos, pero cuando me equivoco yo, me masacran”, dijo Sáenz entre risas, en referencia a lo sucedido el domingo cuando anunció un descuento obligatorio del 15% al salario de los empleados públicos, medida que después aclaró (o se retractó) es voluntaria. “Soy un convencido, un ferviente defensor de la fuente laboral. Para mí nunca puede ser la variable de ajuste alguien que trabaja y mucho menos, cuando uno pide un aporte solidario hacerlo obligatorio”, expresó.
A lo que agregó que “primero que nada, la solidaridad tiene que nacer de cada uno. Había recibido muchísimos mensajes de mucha gente que quería ayudar y acompañar, para ese grupo de gente que hoy día no recibí ningún tipo de beneficio. Me expresé mal, comuniqué mal, y con toda razón los docentes y mucha gente de la administración pública se sintió enojada y fastidiada, con razón. No es mi estilo, no es mi forma de hacer, no es mi esencia”, manifestó y agregó que hay un cierto “agotamiento”.
Además, sostuvo que pedir disculpas no es una muestra de debilidad, “si no de humanidad”. También Sáenz respondió preguntas y saludos. Se refirió a la coca y contó que le llegaron “muchos mensajes” con preocupación ante la complicación para conseguir y los altos precios, ya que pocos gramos están por arriba de los $1.500. En ese momento, recibió saludo de Ignacio Jarsún, quien había posteado en sus redes una foto cuando “la coca no era un privilegio”, y el gobernador dijo: “Un saludo para Nachito que está complicado con la coca, con la frontera parada”.
Por otro lado, e el vivo le mostraron un video con un saludo de trabajadores del Hospital Materno Infantil, y de los merenderos Rayito de Sol y Marcelino Pan y Vino. Además, un saludo de la comunidad de Santa Victoria el cual lo emocionó y al borde de las lágrimas expresó: “Voy a seguir trabajando fuertemente, por ellos”. Finalmente, sostuvo que “está complicado, para todos. Pero cuando hay momentos de crisis y momentos difíciles, se toman decisiones y hoy la decisión es cuidar la vida. Eso no tiene precio”.
